SEGUNDA OPORTUNIDAD - Capítulo 6º / LAS NOTICIAS
Cuando Jack se levantó, ya Lissy estaba desayunando e impaciente por comenzar sus pesquisas.
--Buenos días ¿has descansado?
--Ni un minuto. Estaba tan nerviosa que no he hecho más que dar vueltas en la cama
Jack la miró con cariño y acarició una de sus mejillas
--Tranquila, ya queda poco. Verás que dentro de nada puedes relajarte.
--No estoy tan segura. Aquí todo es distinto, con más calma, sin prisas. De todas formas estoy deseando empezar las gestiones
Al cabo de una hora ya estaban preparados, y se encaminaron hacia el hospital. Primero hablarían con el director y verían si los objetos personales de Matt, si es que los tenía, los habían conservado. Si allí no obtenían respuestas a sus preguntas, irían la Ministerio, y por último se acercarían al poblado de donde salieron y no regresaron jamás.
Llegaron frente al hospital. Lissy se agarró al brazo de su compañero. Tenía miedo a lo que se iba a enfrentar y temía que todas las gestiones iban a ser infructuosas. Al ver la fachada del hospital, a pesar de haber sido pintada para cambiar un poco su aspecto, le vinieron a la memoria todos los días vividos con Matt; aún su memoria se hacía patente, máximo en aquel lugar que era al que se dirigía cuando murió.
Jack pasó su brazo sobre el hombro de ella para infundirla valor. Fué él quién se adelantó hasta la recepción y preguntó a la enfermera que les atendía si podían hablar con el director. Lissy se identificó y la enfermera le expresó sus condolencias.
Estaban en esos trámites, cuando de pronto una voz conocida sorpendió a Lissy y la hizo girar la cabeza en la dirección de donde provenía la llamada
--Señorita Lissy, señorita ¿ no se acuerda de mi ?
--¡ Tom ! ¡ Cómo no me voy a acordar de ti, después de lo que vivimos !
Tom, era el enfermero que junto con ella y Therry atendían a los enfermos el día del ataque de la guerrilla y juntos permanecieron en el zulo que les protegió de los asaltantes. Se fundieron en un abrazo y Lissy se derrumbó llorando sobre el pecho de aquel hombre, que impecablemente vestido la había iderntificado
--Vengan, vengan a mi despacho. Ahora soy el ayudante del director. Creyeron conveniente darme esta recompensa por lo que ocurrió en el poblado. Ahora tengo un empleo fijo y seguro
--Dime Tom, he venido hasta aquí por ver si puedo recuperar los restos de Matt. ¿Se pudo rescatar su cadaver? Desde Londres no ha habido forma de conseguir noticia alguna
--Yo fuí al consulado ingles a ver si me podían facilitar su direc ción y de esta forma ponerme en contacto c on Vd. Si Lissy, con mucho esfuerzo conseguimos recuperar sus restos y enterrarlo en donde él hubiera querido descansar: en el poblado. Las autoridades fueron generosas y agradecidas y han puesto su nombre a ese pueblecito. Se llama poblado de Matt Damon , y he de decirla que su memoria y la de todos nosotros es respetada y querida, especialmente la de Matt , al haber perec ido en aquellas tierras. En cuanto me puse bien, solicité del hospital me dieran todos los objetos que el doctor tendría en su despacho y en una caja los tengo recogidos y que la entregaré ahora mismo. Aguarde un momento, por favor.
Mientras esperaban el regreso de Tom, Lissy y Jack se fundieron en un abrazo. La muchacha lloraba convulsa. La emoción era intensa y Jack abrazaba su cabeza para consolarla. La entendía perfectamente ya que él había pasado por ese trance hacía tiempo
--Aquí está , Lissy. En esta caja he guardado lo que él tenía : un bolígrafo, su agenda, una fotografía, un encendedor, sus gafas y poca cosa más.
--Lissy, tengo algo más. La noche anterior a su partida, Matt me entregó una carta dirigida a usted que debía entregársela si a él le ocurría algo. Sabía que había peligro con la guerrilla tan cerca, pero a ninguno de nosotros nos comentó nada para no alarmarnos, porque si usted se enteraba le disuadiría de emprender el viaje, y no tenía más remedio que venir a Lusaka, porque era urgente el suministro de medicinas. Tómela.
Lissy extendió sus manos temblorosa como si la diera miedo coger aquella carta que era la despedida de Matt. Estaba aterrorizada, creia que había superado su pérdida, pero allí en el mismo escenario en donde había ocurrido todo, se hacía más patente su recuerdo. Miraba la misiva fijamente sin atreverse a abrirla. Por fin dijo
--Jack, guárdamela tú, por favor. Necesito leerla a solas, tengo miedo...
--¿Quieres que nos alejemos y así puedas leer lo que está escrito?
--No, no. Es que no lo esperaba y tengo que dejar pasar un rato para asimilarlo. Tom,¿ podrías indicarme cómo puedo llegar al poblado?. Deseo visitar su tumba
--Naturalmente. Espérenme un minuto. Voya a pedir al director permiso y yo mismo les acompaño. De vez en cuando voy . Fué un gran hombre y le estoy muy agradecido. Pasamos buenos ratos a pesar de todo y lo que tengo ahora se lo debo a él, que me enseñó todo lo que sé. No tardaré
Lissy temblaba como una niña pequeña. La angustia de Jack era grande, pues quería evitarle todos los malos ratos por los que estaba pasando, pero no podía ayudarla . Era su duelo y tenía que pasarlo. Eran momentos tristes aún no superados y ahora más patente al no haber podido llorarle cuando ocurrió todo.
Tom volvió y los tres se encaminaron a un jepp prestado a Tom para tal menester. De nuevo el paisaje africano envolvió a Lissy y fascinó a Jack. El paisaje con la fuerza intensa de los momentos que estaban viviendo, se grababan en su retina y en su memoria. Era la primera vez que veia algo tan hermoso c omo aquello. Lo describiría en algún relato, pensó
Lissy no sabría decir el tiempo que llevaban viajando. Estaba absorta pensando en lo que tendría que leer en la carta que cuidadosamente guardaba Jack. Eran sus últimos pensamientos, en las últimas horas de su vida
Salió de su ensemismamiento cuando el c oche paró frente a un cuadrado de tierra con una cruz, una placa y algunas flores. Salieron del coche y Jack tomó por la cintura a Lissy, pensando que se iba a desmayar de un momento a otro. No ocurrió asi. Lissy se hincó de rodillas ante la tumba de Matt y tapándose la cara con las manos, sollozaba silenciosamente , pero inconsolable
A lo lejos se oian cánticos del cercano poblado y en su dirección unas mujeres venian con algunas flores en la mano. Al cabo de un rato Lissy levantó la vista y vió como las mujeres depositaban las flores sobre la tierra reseca de Matt. Una de ellas la dijo unas palabras que Lissy entendió
--Gracias, nos ayudó a curar a nuestros hijos. Era un buen hombre. Nunca le olvidaremos.
Lissy la sonrió y levantándose pidió a Tom les llevase hasta el poblado, quería verlo por última vez. Tardaron poco en llegar, pues habian decidido que la tumba del doctor, estuviera entre ellos, de esta forma su alma siempre les protegería. Matt amaba profundamente aquella tierra que no hubiera cambiado por nada. De no haber ocurrido su muerte, seguramente hubieran vivido juntos en aquel lugar toda su vida, sin embargo no se sentía con fuerzas para volver a establecerse de nuevo allí
Llegaron al poblado. Las voces se habían corrido de que la señorita con el pelo de oro, había vuelto a buscar el alma del doctor para llevársela lejos
Lissy tuvo que explicarles que solamente venía a ponerle flores y rezarle.
--Estaos ttranquilos, no me llevaré su alma. Se quedará aquí siempre, puesto que él quería estar y morir aquí.
Eran gentes sencillas, cariñosas y agradecidas. Enseguida sacaron a los niños de sus casas y se los presentaron a los visitantes. Lissy abrazó a cada uno de ellos emocionada. Se despidió de todos mirando hacia el lugar en donde había estado su humilde hospital, en cuyo emplezamiento habían levantado otro que ahora estaba atendido por un joven doctor y dos monjas. Se dirigió por último hacia donde estaban los sanitarios, que supieron en todo momento quién era aquella visitante. Se abrazó a cada uno de ellos y emprendierron el viaje de regreso a Lusaka.
Llegaron muy tarde. Jack, ya en el hotel, entregó a Lissy la carta y dándole un beso en la frente salió de la habitación dejándola sola. Antes le dijo
--Estaré en mi habitación. Llámame si me necesitas sea la hora que sea. Buenas noches y trata de descansar, aunque sé que va a ser difícil, pero inténtalo. Cerró la puerta tras de si, y cabizbajo abrió la puerta de su habitación. Se tumbó en la cama mirando al techo y aguardando una llamada de Lissy, que no se produjo en toda la noche Hacía calor, estaba cansado, desvelado y preocupado por ella, aunque sabía que debía dejarle sola. Tomó un libro, pero no se concentraba en la lectura. Decidió entonces escribir en un cuaderno la impresión que había tenido al pisar a quellas tierras. Y poco a poco escribiendo, vió amanecer. Un nuevo día ¿les traería más sorpresas?
Decidió escribir en un cuaderno lo sentido en ese día....
Lissy entró en su habitación. Encima de la cama dejó la caja con las pertenencias de Matt y la carta que le dirigiera a modo de despedida. Se quedó mirando ambas cosas como ausente, c omo si no creyera que estaba en Africa y hubiera rezado ante la tumba de Matt. La daba miedo abrir la carta. Optó por ver de nuevo lo que contenía la caja. Acariciaba cada obejeto con infinito cariño y añoranza;. Conocía muy bien aquellos objetos que ahora estaban entre sus manos. Sus gafas que siempre se le caían, y evocando está circunstancia sonrió. Su agenda vieja, gastada, pero entrañable en la que apuntaba todo lo que tenía que hacer al día siguiente,¡ como si no se saltara todo el orden que había de llevar!. El bolígrafo... Lo tomó entre sus dedos com o si fuera a escribir, para sentir el lugar en donde él posaba los suyos, y poca cosa más.
Lentamente tomó la carta que tanto temía leer. Depositó un beso sobre la escritura de Matt y con sumo cuidado para no romperlo procedió a su apertura. Tenía los ojos cuajados de lágrimas, lo que hacía borrosa su lectura. Lo quería hacer despacio, como saboreando lo allí reflejado:
" Mi queridísima Lissy"
Si lees está carta significará que ya no estoy a tu lado, pero quiero que sepas que has sido la persona más importante de mi vida. Lo mejor que me ocurrió fué conocerte, aunque al principio de ello me resistía, pues la diferencia en edad no me permitia hacerme ilusiones.
Tu fuiste una ráfaga de aire fresco en mi vida, y tu juventud consiguió disipar los años que te llevaba. Te amé intensamente, como nunca imaginé que un hombre pudiera amar a una mujer. Me infundiste ganas por luchar por aquello por lo que creia, con tu entrega me hiciste conocer eso tan maravilloso a lo que yo había renunciado: el amor.
El tiempo que vivimos juntos, a pesar de las dificultades, no lo cambiaria ni por todo el oro del mundo
Presentía que al partir no volveríamos a vernos, pero no quise dicirte nada y nuestro comportamiento fué natural, a pesar de que en mi último abrazo iba mi despedida definitiva.
Sé que tu amor fué incondicional, que me amaste con ternura infinita y lealtad. Tengo que creerte que fuí tu primer amor y que también te hice "mujer", pero ya no estoy y eres muy joven. Guarda mi memoria en tu corazón, como un buen recuerdo, pero soy un capítulo del pasado. Te será difícil al principio, pero no renuncies a un nuevo amor.
Eres muy joven y encontrarás en tu camino a un buen hombre que te amará profundamente y tú le corresponderás. No lo dejes pasar de largo , porque en el transcurso de la vida, quizás no tengas una segunda oportun idad y no tendrás la suerte de encontrar a una persona c omo la tuve yo al tropezar contigo.
Yo seré feliz si tu lo eres y sé que ahora no es así, pero mira a tu alrededor y escoge a alquien con quien compartir tu vida. Eres generosa y con gran capacidad de amar. No te costará trabajo, pero hazlo. No vivas de mi recuerdo, ese es un libro cerrado, abre de nuevo otro. La vida está llena de cosas buenas, disfrútala porque es corta y en cualquier momento se trunca.
Se feliz, amada mia, porque yo a tu lado lo he sido y mucho. Te quiero
Matt
Cuando Lissy terminó de leer la carta, estaba llorando desconsoladamente. Pasaba sus dedos por la escritura y evocaba su rostro quizás un poco duro, pero para ella siempre dulce.
--Matt, Matt ¿ cómo voy a ser feliz si no estás?
Con la carta entre las manos se quedó dormida. Con un sueño extraño e intranquilo. Se mezclaba la escena de su partida, lo vivido c on la guerrilla, el rostro de Jack y el de Matt mezclados. Matt le sonreia y le repetía una y otra vez: " mira a tu alrededor y encuentra a un buen hombre que te ame". Sudaba y daba vueltas en la cama pues las palabras de Matt se repetían una y otra vez. La sonreia unas veces suavemente y otras soltaba su clásica carcajada, fuerte ,rotunda.
Jack la dejó dormir hasta que ella quisiera. Entretando él sentado en la terraza del hotel, empezó a escribir sus impresiones sobre lo vivido. Había decidido escribir todo aquello en un libro; tenía material suficiente y sería bueno.
A media mañana Lissy se dirigió a la habitación de Jack, pero al no encontrarlo fué a la cafetería. Un camarero la dijo que había estado todo el tiem po allí, pero que había salido a dar un paseo. Pidió un café y se tomó una aspirina, pues la cabeza parecía que le estallase. Tenía un fuerte dolor por las emociones vividas y por los sueños tenidos durante la noche, que aún conservaba frescos en su memoria. No tenía ganas de andar, se sentía agotada por lo que se quedó sentada en la mesa viendo como algunos turistas disfrutaban de la piscina.
Hacia la hora de la comida llegó Jack que al verla se dirigió hacia ella sonriente
--¿Cómo estás, conseguiste dormir?, la decía ésto mientras se inclinaba hacia ella dánbdole un beso en la frente
Ella contestó que su noche había sido extraña y deprimente. Unas palabras resonaban machaconamente una y otra vez :" mira a tu alrededor, mira a tu alrededor". Se quedó mirando a Jack como si fuera la primera vez que le viera, como si se diera cuenta en ese momento de cómo era Jack.Pensó que había tenido mucha suerte de contar con su amistad. El viaje no había sido agradable debido a las circunstancias que les había llevado hasta allí, y sin embargo él estaba a su lado cuidándola, protegiéndola.
Se fijó en que tenía un rostro muy agradable, hasta guapo, unos ojos azules muy bonitos. El cabello era rizado y la tez algo morena. Que el timbre de su voz era agradable y que se comprendían perfectamente porque ambos había vividos sus respectivas tragedias. Le dió una sonrisa agradeciéndole los desvelos que tenía con ella.
--Jack, he tenido una noche en la que he pasado soñando cosas extrañas vividas y entremezcladas con todo, pero no tengo fuerzas pasra contártelo ahora. Todavía estoy impresionada y me duele terriblemente la cabeza. Sé que te lo contaré, debo contártelo, pero dame un poc o de tiempo
--Claro. No es necesario que me cuentes nada.Pertenece a tu vida, a tu privacidad.No te preocupes yo te quiero igual
Lissy no se dió cuenta de las palabras que él había pronunciado. Interpretó que una amistad sincera cuenta de antemano con el cariño y no le dió importancia, au nque Jack lo dijo en otro sentido. Encontró a Lissy muy pálida y con profundas ojeras moradas, sin duda debido a la noche tan alterada que tuvo y a los emocionantes momentos del día anterior
Hablaron poco mientras comían. Jack no quería forzarla debido a su dolor de cabeza y Lissy no lo hacía pensando en todos los acontecimientos ocurridos
Mientras tomaban el café de la sobremesa, Jack se aventuró a decir
--Y bien Lissy, ahora ¿ qué deseas hacer ?
--Regresemos a casa, Jack. Aquí ya he hecho lo que deseaba. Me voy tranquila porque Matt está en donde él hubiera querido estar. Regresemos y sigamos con nuestras vidas
--Bien. Pasaré a comprar los billetes y me informaré de cuando hay vuelo para Inglaterra. ¿Deseas hacer alguna última cosa, ver a alguien, o qué se yo. ? ¿ Se te ocurre algo?
--No, nada. Ya está todo hecho. Creo que ya no volveré por aquí.
Tendrían que transcurrir un par de días para tomar el avión que les conduciría a Londres. Los dedicaron a pasear y comprar algunos recuerdos para sus amigos.Lissy seguía sin hablar con él, pero no la preguntó, no quería forzarla. Ella se lo diría cuando estuviera preparada. Los paseos fueron agradables, ambos querían olvidar todas las emociones que les condujeroan hasta Africa.
Y llegó el día de la parida. En un taxi llegaron al aeropuerto deseando volver a vivir la monotonía diaria, dejando atrás las fuertes emociones. Sentados en sus asientos, en el momento del despegue ambos juntaron sus manos y se miraron sonrientes:
--Volvemos a casa. Lissy
--Si Jack. Ojalá estuviéramos allí
--Ten paciencia, en unas horas allí estaremos. Trata de dormir un poco. Habrán de transcurrir varias horas
Diciendo ésto la cubrió con la manta y miró como ella entornaba sus ojos
--Es como una niña desamparada y necesitada de cariño, Dios mio, Pensó para sus adentros.
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