CUESTION DE LETRAS - Capítulo 7º / EL REENCUENTRO

En tres días Evelyn, regresó a Nueva York. En breve volvería a salir de viaje esta vez a Haití, pero tenía unos días libres.Una idea bullía en su pensamiento

--¿Y si volviera a Staten Island, para ver a Michael?

No quería hacerlo; por un lado su corazón le empujaba hacia alli, por otro lado su cabeza la decía que no lo hiciera. Como toda enamorada, decidió seguir el impulso de su corazón y cogiendo su coche se presentó en casa de Michael.
El se encontraba en el porche con una cerveza en la mano y la mirada perdida en no se sabe dónde. Vió enfilar un coche en dirección a su casa. No reconoció el automóvil, por eso esperó expectante a que llegara .

--¡No es posible Evelyn estaba ahí. De un salto corrió a su encuentro y ambos jóvenes se fundieron en un fraternal abrazo:





--¡ Vaya, vaya, vaya con la Pequeña! Señor ¡ cuánto tiempo ha pasado! Estás increible. Te noto más delgada que la última vez. Pero vamos dentro, tenemos ¡ tantas cosas que contarnos!

Ambos entraron en la casa riendo y ella paseó la mirada por la estancia como si fuera la primera vez que la veia:

--Está todo igual¿Te acuerdas cuando te traia los bollos para el desayuno? Fuimos felices en aquella época, y lo reconozco, estábamos un poco locos. ¡Todos hemos cambiado tanto!. Somos más viejos, y me refiero a que no sólo en edad. La experiencia te hace madurar motivada por las cosas que vives en cada situación.
--¿Has vivido cosas desagradables?
--He visto cosas que no me gustan nada. Injusticias, atropellos a gentes desfavorecidas por la vida, enfermedades horribles, en fin muchas cosas que me han hecho cambiar , en cierto modo, de forma de pensar. Menos mal que en la mayoría de las ocasiones tenía a Gregory cerca y él allanaba mucho el camino. De haber estado sola, no lo hubuiera soportado.
--Gregory es muy importante para ti ¿verdad?
--Si, muy importante
--¿Le quieres, estás enamorada de él, convives con él?
--Ja,ja,ja. Nooo, nada de eso. Le quiero muchísimo, pero solamente como amigo, como a mi hermano mayor. Pero me ha ayudado mucho y lo sigue haciendo. Me pidió que me casara con él, pero inclusive cuando le rechacé ha sido todo un caballero y me ha respetado al máximo. Es un excelente amigo, de esos por los que darías hasta tu vida si fuera necesario.

Esta última frase la dijo mirando a los ojos de Michael fijamente. El no captó las palabras de ella. Empezaba a estar algo envidioso del cariño que Evelyn sentía por aquel hombre con un atractivo algo rudo, de mediana edad, pero que había sabido ganarse el afecto de aquella mujer

--Y ¿para cuando el próximo viaje y a dónde váis?
--Será dentro de tres días y nuestro rumbo será Haití. Cuando regresemos iré a ver a Tommy y de paso realizaré un reportaje en Somalia

--¿Vas a ir a Somalia?
--Si, Tommy está por allí en Médicos sin Fronteras. Hace tiempo que no le veo y me apatece ir a darle un abrazo.



--Por lo que me dices, habéis firmado la paz
--¡ Oh! hace mucho tiempo. El buscaba algo y no sabía el que, hasta que encontró que su verdadera vocación estaba haciendo el bien a otras personas..Cada uno encontramos nuestro camino, un camino dispar. Tu por ejemplo ni soñabas con ser el esposo de una señorita muy importante, sobrina de un Senador. Yo una trotamundos que busca el peligro, sin saber porqué, o mejor dicho, si lo se
--¿Por qué buscas el peligro? ¿ qué es lo que te hace ir de un lugar para otro, qué te impide fijar tu residencia en un lugar fuera de conflictos, formar una familia. Incluso tener una casa fija, y aún viviendo en pareja , podrías ejercer tu profesión sin riesgo alguno
--¿Quieres saber lo que me impulsa a buscar el peligro?, Pues me impulsa a ello el tener la mente constantemente ocupada y olvidarme de un amor imposible.
--¿Cómo dices, que hay un hombre por ahí suelto que no te corresponde?
--Así es. ¿A qué no te lo esperabas?

Michael sentía dentro de sí, una zozobra. Su Pequeña estaba enamorada y sufría por alguien tan torpe e insensato que no le prestaba interés.
Decidieron ir a comer al restaurante de la ciudad. Después se acercarían a casa de Evelyn a ver cómo andaba todo. La casa como es lógico estaba llena de polvo, lo que hizo proponer a Michael que se alojara en su casa:




--¡ Oh no !, me iré al hotel. No quiero causar molestias. Yo estoy acostumbrada a hospedarme en los más variados hoteles: de superlujo hasta los que corren las chinches por las paredes como si fuera la carrera de Indiannapolis.
--¿Y te has acostumbrado a esa vida ? No te entiendo. Decidido vendrás a mi casa. Ninguno de los dos tenemos ataduras sentimentales a los que podamos molestar, así que lo dicho. Además tengo habitaciones de sobra...ni una palabra más, no admito negativas.

Después de cenar tranquilamente, fueron desgranando vivencias, anécdotas y sucesos que cada uno tuvo durante ese largo tiempo sin verse. Michael miraba con fijeza a Evelyn y ella u poco intimidada, no sabía cómo interpretarlo. Al fin dijo:

--Ha sido un día largo e intenso. Estoy un poco cansada, así que con tu permiso me retiro a descansar. Me tendrás que dejar un pijama tuyo, ya que no tenía previsto quedarme en Staten a pasar la noche y no me he traido ropa.

Michael sonrió, pero silencioso salió de la habitación en busca del pijama para la muchacha. Le entregó también toallas limpias. Se inclinó hacia ella y lentamente le besó en la frente dándole las buenas noches.




Ninguno de los dos podía conciliar el sueño. Unas veces paseaba Michael, otras lo hacía Evelyn. Daban vueltas en la cama y no se explicaban el desasosiego que sentían. Se oyó un suave repiqueteo en la puerta de la habitación de Evelyn:

--Pasa

Michel en la puerta serio, silencioso no dejaba de mirarla

--¿Ocurre algo?

Evelyn estaba sentada en la cama con un libro entre las manos, tratando de concentrarse en la lectura, algo que no lograba. Era un libro en el que ella era la protagonista, era una novela cuya historia había sido vivida por ambos. En la contraportada una fotografía de Evelyn y una dedicatoria simple, corta, que sólo ellos entendían, decia: Para mi inolvidable Pequeña.
Había puesto Pequeña con mayúscula ya que era el nombre que él la había adjudicado.
Michael serio, avanzó hacia ella lentamente hasta llegar a la cabecera de la cama de Evelyn. Se sentó en el borde sin dejar de mirarla. Ella algo azorada le sonrió al tiempo que le decía

--Cumpliste tu palabra, me has dedicado el libr....




No pudo terminar la frase, unos labios taparon los suyos y un abrazo largo e intenso la estrechó sobre el pecho de Michael

No hubo palabras, no hacía falta. Sólo caricias y besos, y por fin ...amor.
Apenas había amanecido, Evelyn sigilosamente apartó el brazo de Michael de su cintura y se deslizó fuera de las sábanas, se vistió apresuradamente y escribió un nota en la que decía:

--Es imposible. Nuestros caminos son tan dispares que no llegarán a encontrarse nunca. No te preocupes, lo de anoche no ha ocurrido. Adiós. Evelyn

Dejó lo escrito en un lugar visible y salió a toda prisa de la casa. El rugido de un motor fué lo que despertó a Michael que palpaba con su mano el lugar en dónde había dormido Evelyn. De un saltó salió de la cama y corrió hacia la ventana al tiempo que vió como el coche tomaba la carretera de regreso a Nueva York.

Inmediatamente después de llegar a Nueva York, Evelyn telefoneó a Gregory:

-- Greg, tenemos que salir inmediatamente para Haiti
--¿Pero qué mosca te ha picado? Según me dijistes ibas a pasar varios días en Staten Island visitando a Michael
--Si, pero ya estoy de vuelta y quiero irme cuanto antes
--¿Ha ocurrido algo, habéis salido regañando?
--No, todo lo contrario. Ha ocurrido algo inesperado. Quiero irme si puede ser hoy mismo. Arréglalo todo, por favor
-- Evel, Evel, cálmate. Ha debido ser muy grave para estar en el estado de nervios como estás. Te prometo que haré todo lo posible por cumplir tus deseos. Aunque no lo creas imagino lo que ha ocurrido y puedo asegurarte que todo es normal..
--Cállate y haz los trámites. Voy a colgar. Hasta luego, comunícame lo que sea.

El teléfono sonaba sin cesar una y otra vez. Evelyn miraba el origen de la llamada y cortaba. Decidió irse a casa de Greg hasta que pudieran marcharse. De esta manera sería ilocalizable.
Michael estaba desesperado; por fin había encontrado lo que siempre estuvo ahí sin percibirse de ello, y de nuevo lo perdía. No podía ser. No atendía el teléfono y el tiempo pasaba. Decidió partir a la capital. Podría localizarla o a Gregory. Alguien le daría alguna referencia:




 

--Seguro que ha huido porque se siente culpable, pero ¿de qué? Los dos somos libres, los dos nos amamos, aunque yo no me diera cuenta antes. No estoy dispuesto a perderla. Es la mujer de mi vida, siempre lo ha sido, aunque mis ensoñaciones lo disfrazaran de amor de hermano.

Iba a más velocidad de la permitida, se exponía a una multa de parte de la patrulla de tráfico, pero no podía perder ni un minuto. Seguro que saldría para Haiti, si podía en ese mismo día. Quizás no llegue a tiempo.

--¡ Dios mio ! ¿ Por qué es todo tan rebuscado?

Con lo imprecindible en su maleta, se fué a casa de Gregory, y al cabo de un rato supo que todo estaba arreglado y podrían salir esa misma tarde para Haiti.

Michael no llegó a tiempo por poco. Cuando quiso llegar al aeropuerto, Evelyn junto con Gregory y el cámara hacía media hora que volaban rumbo a Puerto Príncipe.



El panorama encontrado fué desolador. A pesar del tiempo trancurrido, aún habia gente en los campamentos, destrucción, escombros y niños vagando por lo que fuera la ciudad. Todo lo plasmado en las imágenes reflejaba fielmente la situación de uno de los paises más pobres del mundo y más castigado. El olvido de las naciones se hacía patente. Toda la ayuda prometida, aún estaba pendiente de recibirse y la que llegaba lo hacía con cuentagotas.
Fué una denuncia social en toda regla. La publicarían en primera página para ver si las conciencias se removían.
Mientras tomaban una taza de café, después de una larga jornada y desesperante trabajo, los dos compañeros charlaron de infinidad de cosas intrascendentes. Ambos tenían miedo de abordar el tema principal. Por fin Gregory, lo abordó y a ella la pilló desprevenida, quizás por eso respondió sin dudarlo con toda sinceridad:




--¿Me contarás algún día lo ocurrido con Michael en Staten? Sabes que sé escuchar
--Greg, ocurrió lo que en otro momento me hubiera hecho la reina del mundo, y sin embargo me siento la más ruín y desaprensiva. Ocurrió lo que nunca debió suceder: él está comprometido y yo consentí...
--Bueno, bueno. No me digas más, me lo imagino. Pero escucha,¿el no te dijo que había roto? Mira las revistas de sociedad, En todas ellas se hicieron eco del hecho. Los dos sois libres y por lo que se , tu le amas desde hace mucho tiempo, y me parece que él también tiene esos sentimientos hacia ti.
--No, para él sigo siendo su Pequeña. Me ve como a una niña, como si todavía estuviera jugando con...muñecas. No se da cuenta de nada, de nada. He decidido desaparecer durante una larga temporada.
Lo tengo todo arreglado me iré a Somalia: Veré a Tommy y haré un reportaje sobre los señores de la guerra y los secuestradores de barcos. Te sentirás orgulloso de mi. Será el mejor de toda mi carrera.
--Ni hablar, no irás de ninguna de las maneras. No te lo permitiré
--Si lo harás porque necesito alejarme de todo cuanto me rodea. Necesito encontrar la paz de una vez en mi vida. Deseo formar una familia, establecerme, y necesito encontrar al hombre adecuado, pero necesito tener mi cabeza y mi corazón libre de Michael ¿Me comprendes? Te ruego me perdones, no debía hablarte así, precisamente a tí, pero espero comprendas que no puedo, de momento, amar a otra persona y menos después de lo ocurrido entre él y yo.




Partió hacia Mogadiscio dos días después. Lo encontrado allí superó todo lo imaginado. El localizar a Tommy iba a ser difícil, más todavía establecer comunicación con él, pero no se iría sin verle. Después de múltiples gestiones en Médicos sin Fronteras, pudo localizar el poblado en donde se encontraba. Cargada con una mochila y su cámara, junto con un guía, pudo al fin abrazar a su antiguo novio . La amistad que ahora conservaban era fraternal, de verdaderos amigos y confidentes.
Con él habló francamente de todo lo acontecido con Michael. Ellos ya no estaban enamorados y la sinceridad no hería a su amigo como podía hacerlo a Gregory.
Conversaban tranquilos, sentados a la puerta del pequeño hospital que Tommy regentaba. La noche era clara, de una luna blanca y brillante y como fondo los cánticos de los nativos se confundían con los aullidos de algún perro en la distancia.



Tommy la escuchó en silencio y la aconsejó que volviera y hablara con él francamente, como ella hacía . Seguro que llegarían a entenderse.
Al día siguiente emprendería el camino de regreso, para después de hacer escala en la capital Rodar la otra parte del reportaje: los secuestradores de pesqueros, y después de pasarlo todo por el ordenador, volver a casa a enfrentarse con todo lo que había dejado atrás. Era necesario mandar el trabajo cuanto antes; corría el riesgo de que fueran confiscadas las imágenes por la guerrilla u otro señor de la guerra, y se perdiera todo lo grabado.
Habían repostado fuerzas en un poblado a pocos kilómetros de donde habían dejado a Tommy. Era un poblado de gentes sencillas que cultivaban unas patatas, maiz y poco más. Era la base de su pobre alimentación. Alguna cabra y alguna gallina se paseaban entre los pocos niños que jugaban en sus calles polvoriendas, resecas y ardientes de calor.




Se habían protegido en una humilde choza y bebían un poco de leche de aquella cabra paseante. Todo se lo ofrecieron aquellas pobres gentes halagadas por la visita de aquella bonita mujer blanca. Era el poblado al que pertenecía el guía contratado, y eran huéspedes de honor..




Un revuelo inusitado de las gallinas y unos grititos de los niños, alertaron a los visitantes y anfitriones de que algo fuera de lo normal ocurría.


Unos hombres armados hasta los dientes y con una fiera mirada, entraron en la cabaña pidiendo a sus ocupantes les dieran todo cuanto de valor poseían. Evelyn en un descuido, ocultó la máquina de fotos y les mostró el contenido de su mochila. Uno de los asaltantes la registró tirando al suelo todo cuanto había en su inteior. Al no encontrar nada de valor, cogió la documentación y la hizo girones ante la mirada atónica de Evelyn que protestó inmediatamente, mostrando su acreditación de prensa.
Recibió un culatazao en plena mejilla, que la hizo derribarse de bruces sobre el suelo. El guía salió en su defensa pero un nuevo culatazo en la cabeza dió con él en el suelo haciéndole perder el conocimiento.Se disponía a darle un tiro, cuando Evelyn sin pensárselo dos veces, le empujó recibiendo el tiro que iba destinado a su guía.



Los asaltantes al ver que no habían conseguido el botín que buscaban, prendieron fuego a las cabañas. La mujer del guía arrastró a duras penas el cuerpo inerte de Evelyn del que brotaba abundante sangre. La herida se llenó de la tierra del suelo y las moscas acudieron prestas a disfrutar de su festín de sangre. Volvió al interior de la choza haciendo lo mismo con el esposo que comenzaba a recobrar el conocimiento.

Por suerte y pura casualidad, los guerrilleros no descubrieron el jeep que había utilizado Evelyn para su traslado hasta el hospital de Tommy. El guía después de limpiarle la herida con la poca agua limpia que había en el poblado, la taponó siguiendo la costumbre de su pueblo, es decir con unas plantas. La subió en el coche y tomó el camino de regeso al hospital. Debía ser vista por el doctor rápidamente.
Seguramente los asaltantes provenían de allí, por lo que esperaba ver el mismo desastre que provocaron en su poblado.

--Doctor, doctor. Rápido, rápido, venga la señorita está mal, muy mal.

Al oir los gritos, Un desaliñado Tommy con heridas en la cara salió al exterior

--¿Qué ocurre? ¿Qué es lo que ha pasado?
--Han asaltado mi poblado y han herido a la señorita por defenderme. Lo siento doctor, no tuve la culpa, Sálvela, por favor.

Tommy se dirigió al jeep y su sorpresa fue terrible al descubrir que Evelyn estaba inconsciente y con una herida grave en el pecho.

--Rápido, ayúdeme. Despacio sin moverla brúscamente. Es una herida muy fea. Dios mio si no tengo apenas nada. Esos canallas han roto todos los medicamentos y se han llevado la poca anestesia que teniamos. Llevémosla dentro

En el interior del hospital estaba todo derruido. Las pocas camas con las que contaban estaban en el suelo. Poco a poco iban acomodando a los enfermos como podían. Tommy contaba con dos nativos más para ayudarle en las curas y limpieza de las camas. Acomodaron a Evelyn sobre una, mientras Tommy organizaba lo mejor que podía un improvisado quirófano. Buscó rápidamente todo lo que pudiera necesitar: gasas, alcohól, guantes, instrumental, etc. todo lo que pudiera usar para extraerle la bala. Buscó incansablemente algo de anestesia, pero la habían derramado por el suelo. No había tiempo que perder. Los microbios de la zona se cebarían en su herida si no la desinfectaba rápidamente.





-- Volveré a los orígenes de la medicina. ¿Cómo se llama?, preguntó al guia
--Guido, doctor
--Guido, un nombre italiano por estas latitudes
--Si, mi padre era sicialiano y yo me llamo así por mi abuelo
--Bien Guido, necesito que me ayudes. Tendrás que sujetarle los brazos fuertemente. Le va a doler mucho pero no puede moverse. Voy a extraerle la bala y a desinfectarle la herida. No tengo anestesia, así que tratará de desasirse, por favor que no se mueva porque podría matarla: la herida está muy cerca de los pulmones
-.-Descuide doctor. Ella me salvó la vida, se lo debo

--Bueno vamos allá.Después te miraré la herida que tienes en la cabeza.¿Preparado?, bien pues adelante

Volcó sobre la herida parte de un frasco de alcohol. El grito que salió de la boca de Evelyn, les estremeció. Guido miró al doctor con ojos de susto. Al comprender Tom lo que el guia quería expresar con la mirada, le aclaró

--No tengo otra cosa, y es necesario desinfectar la herida lo primero. Prepárate porque lo que viene ahora va a ser peor.

La ataron los brazos y las piernas para que no se moviera, al tiempo que con unas tijeras cortaba la camisa dejando al descubierto el pecho y la herida de Evelyn. Con cara de preocupación miró Tommy a su paciente, estaba muy pálida semi inconsciente y exhalaba de vez en cuando algún quejido. A Tommy le temblaban las manos. Nunca se había visto en la situación de atender a una persona tan allegada a él. De improviso recordó la herida que se produjo con la bicicleta, y sonrió al acordarse.

--Bueno Guido, dame todo lo que te pida con la mayor rapidez que puedas. No tengas miedo ni estés nervioso. Vamos a salvarla, vive Dios que lo haremos.

Y con mano firme, hizo una incisión en la herida que le permitiera extraer la bala. De nuevo un estremecimiento salió de la pálida boca de Evelyn. No dejaba de sangrar y el color de su rostro cada vez era más lívido. No podría precisar lo que duró la operación. Extrajo la bala, limpió la herida llena de tierra y hojas, y por fín la cosió. Ya no hubo quejas, y eso preocupó a Tommy. La vendó con las pocas vendas que le habían dejado útiles y le acostaron en una cama rodeada por un mosquitero. Tommy y Guido, salieron al exterior a respirar el aire fresco de la noche y descargar la enornme tensión acumulada.

--Guido, por favor, ¿quieres mirar si al menos han dejado algo de café? La noche va a ser muy larga. Yo voy a hacer algunas llamadas a Nueva York.

--¿Quién llama?, respondió alguien
--Por favor, avisen a Gregory, el reportero de National
--Ah si, un momento por favor
--Si ¿eres tú Evel?
--No, soy Tommy
--¿Ocurre algo?
--Por desgracia si. Evel ha sido herida por unos guerrilleros y está muy mal herida, está muy grave. Se que tu eres buen amigo y creia que deberías saberlo
Gregory, se quedó callado por unos instantes. Al cabo de un rato contestó
--Me lo temía, lo sabía. Tenía el presentimiento de que algo había de ocurrirle.
--Se que es difícil, pero haced todo lo posible para venir a buscarla, cuanto antes. No creo que sobreviva más de una semana. Destruyeron mi hospital y no tengo absolutamente de nada: ni alcohol, ni antibióticos, ni nada. Dios mio.... y rompió en un sollozo debido a toda la tensión acumulada.
--Tommy iremos a por ella. Ahora mismo me pongo en contacto con Michael. Yo estoy en Haití, pero el podrá pasar sin demasiados trámites como corresponsal de prensa, y además es el amor de su vida. Deberá saberlo cuanto antes. Estoy seguro que lo conseguirá. Yo me incorporaré cuanto antes. Deberé esperar a un avión que me lleve fuera de Haiti y luego me buscaré la vida. No estaréis solos. Ahora mismo llamo a Michael.
Estaba escribiendo su último capítulo. Cogió el teléfono







--Diga
--Michael, soy Gregory
--¿Le ha ocurrido algo a Evelyn, dónde está?
--Ten calma y si, a Evelyn le han herido y está en el hospital de Tommy. Me acaba de llamar. Está muy grave y necesita que vayamos a por ella cuanto antes. Le han destruido el hospital los muy....No tiene ni medicamentos ni nada con que poderla curar, y la herida es muy grave.
--Te dejo Gregory
--Espera no cuelgues ni siqiera tienes el número para contactar con Tommy

--Bien dámelo. Ahora mismo contacto con él y me pongo en marcha. Recurriré al que iba a ser mi cuñado y le pediré el favor de que me facilite un avión para ir y otro pa volver con ella, medicalizado, por supuesto.
--Yo en cuanto pueda me incorporo a la expedición
--No Gregory, te necesito aquí. No sé cómo se desenvolverán las cosas allí y probablemente necesitaremos hacer gestiones con Washington.
--¿ Me llamarás con lo que sea?
- Por supuesto, pero me la traeré a casa cueste lo que cueste, te lo prometo
--Lo se, lo se. Oye, no olvides tu acreditación de prensa, por si acaso.

Comentarios

Entradas populares