DESENCUENTROS- Capítulo 4º


Perla se perdió en el portal y Jeff aguardó hasta que su casa se iluminara para emprender el camino del hotel. Apuntaban las primeras luces y pensaba en la despedida. Conociendo los sentimientos de Perla y sus reacciones, no entendía el significado del beso que le había dado al despedirse

--Es un beso de amigo, desde luego. Aquí tienen esa costumbre al encontrarse y despedirse. Bah, no tiene otro significado. Pobrecilla ¡ está tan sola ¡

Perla, a pesar de que se acostó, no pudo conciliar el sueño. A ella misma le extrañaba su actitud. Se giró en la cama hasta quedar de frente al retrato de su marido. Le miraba recriminándose el haber establecidouna relación de amistad con Jeff

-- ¿ He hecho mal ? preguntaba a la fotografía

--Te ruego me perdones, no sé cómo ha ocurrido, pero me agrada su compañía. Eso no significa que vaya a ir más allá, entre otras cosas porque a penas nos conocemos y yo te sigo queriendo y echando de menos. Esta noche, desde que te fuiste, he ido con él a cenar y bailamos. Todo muy amistoso, no creo te haya disgustado, pero yo no me siento bien. Reconozco que todo lo que me aconseja tiene su lógica, pero aún no estoy preparada. ¡Si pudieras hablarme, decirme lo que debo hacer!. No estoy diciendo tener un romance con él, ni mucho menos, pero poder salir con un chico sin traumatizarme y sentirme culpable por ello. A eso es a lo que me refiero, porque tengo la impresión de haber cometido un delito.

Durante un largo rato siguió hablando con su marido. Daba vueltas una y otra vez al mismo tema, justificándose de algo inocente como era una salida con un amigo. De repente se dio cuenta que ya eran las seis de la mañana. Se levantó rápidamente, se duchó y se vistió con ropa cómoda. Salió y fue a buscar el coche aparcado cerca de casa.. Llegó enseguida al hotel y en Recepción hizo que avisaran a Jeff de que le esperaba en la cafetería. Él ya estaba listo, así que bajó enseguida.



Sentados ante el desyuno comenzaron una conversación...


Sentados en una mesa cercana a un ventanal se dispusieron a desayunar. Se saludaron cariñosamente; Para no crear violencias él le dijo que lo hiciera según la costumbre española, es decir besándose en las mejillas. En EEUU no lo hacían , pero había comprobado que era muy agradable y acercaba a las personas..

-- ¿Has podido dormir algo?, le preguntó él

--Nada en absoluto. Mi costumbre es acostarme temprano, así que me desvelé, pero no importa. Luego dormiré la siesta

-- ¡ Oh, la siesta, la bendita siesta española ¡

Ella rió divertida. Jeff observó que pocas veces sonreía y le agradaba comprobar que gracias a él lo había hecho desde la noche anterior.¡ Lástima de chica, con lo agradable que es ¡ Y porqué no decirlo, es muy guapa.

--Dame los datos de Lolita. Los apuntaré en la agenda y así no hay miedo de perderlos

--Ah si. Se me había olvidado. ¿ Me podrás hacer ese favor ?

--Pues claro. Es una bella historia de amor, imborrable a través del tiempo. Soy muy romántica ¿sabes? Historias como ésta me llegan al corazón. Mañana iré a Belchite y empezaré a indagar

--No es necesario que te desplaces hasta allí. Pienso que lo puedes hacer por teléfono.

--¿Olvidas que estoy de vacaciones? Tengo todo el tiempo del mundo, así conoceré la zona.

-- ¿Has pensado lo que te dije de venir conmigo a América ?

--No se. ,Cuando regreses te diré algo. Tengo que pensarlo

--¿ Qué tienes que pensar ? Trabajaremos juntos, seremos un equipo. Puedo buscarte un apartamento cerca del mio. Trabajaremos al unísono y de esta manera serás al tiempo mi correctora y si pasado un tiempo no te aclimataras o echaras de menos España, siempre tienes tiempo de regresar. Te vendría muy bien. Cambiarías de ambiente, o ¿es eso lo que te preocupa , romper tu vida… empezar de nuevo otra trayectoria…? ¡ Eso es lo que te ocurre…¡ … ¡ Cielo santo ¡. ¿ Crees que Carlos estaría contento ver la vida que llevas, crees que la aprobaría ?

--Pienso que tienes razón, y no, no estaría de acuerdo. Pero yo me siento mal. Mira lo de anoche hace que me sienta horriblemente mal e injusta

--Pero ¿ por qué ? ¿ Por salir a cenar y bailar un rato ? No hicimos nada reprochable, sólo tratamos de conocernos mejor después de las tensiones vividas, nada más. Ni siquiera nos besamos, por Dios. Eres una estrecha y anticuada, eso es lo que eres. Pones de pretexto a tu marido, pero la verdad es que eres una mujer joven con ideas muy rancias

-- ¡ Jeff ¡, eres injusto. No soy rancia ni estrecha, es que le echo de menos. Su pérdida me dejo traumatizada

-- Pues ve a un psicólogo que te ayude. Tienes mucha vida por delante. Quién sabe si algún día encuentres a otro hombre del que te enamores, formes tu familia y vuelvas a ser feliz

--¡ Enamorarme ¡, no lo creo

-- Nadie sabe lo que el destino tiene preparado. Tú no te imaginabas que tu vida iba a cambiar tanto y yo no creía que mi novia, la mujer de mi vida, iba a meter en su cama a otro hombre mientras yo estaba de viaje. Me costó mucho superarlo, no sólo por haberla perdido, sino porque mi varonil orgullo quedó dañado muy seriamente. Sin embargo aquí estoy, no he cerrado la puerta al amor y no voy a desconfiar, si llega algún día,, de la mujer que se una a mi vida.

Perla le observaba atentamente comprendiendo lo que le decía, pero se veía incapaz de poderlo llevar a cabo.

-- Bueno, creo que es la hora.


Aeropuerto de Barajas, Madrid ....


Llegaron al aeropuerto con tiempo suficiente para despachar el equipaje y alargar por unos momentos su charla, aunque ahora trataban otros temas.

-- Oye, llámame cuando llegues. Seguro cuando estés en Paris te olvidarás de esta rancia muchacha que dejas en Madrid

--No eres rancia, ni mucho menos. Pero busca ayuda, la necesitas, de lo contrario caerás en una depresión profunda y todo lo que vas a conseguir es tu enfermedad, porque él no va a volver a la vida y tú tienes que seguir adelante. Te llamaré en cuanto llegue al hotel. Cuídate y piensa en mi proposición

La abrazó y siguiendo la costumbre le dio dos besos en las mejillas .

-- Hasta pronto, niña.

Y Jeff desapareció por el túnel que le conducía al avión.. Perla aguardó hasta que él desapareció de su vista. Un pensamiento rondaba por su cabeza. ¿ Qué tipo de sentimientos había despertado este hombre en su vida ? Era algo que ya había sentido cuando conoció a Carlos, y ese pensamiento le daba miedo. No podía ser posible, simplemente le gustaba como amigo

-- ¿ Como amigo … ?,se repitió una y otra vez intranquila.
Mientras conducía de regreso a su casa no dejaba de dar vueltas a las sensaciones que sentía. Cuando llegó estaba tan cansada que se sentó en el sofá del salón y se quedó dormida.  Al despertar era ya pasado el mediodía. No tenía apetito con lo que con un yogur y algo de fruta cubrió las necesidades del almuerzo. Esperaba ansiosa la llamada de Jeff, pero no se producía,  y la desesperanza la acompañó hasta bien entrada la noche, en que, por fín, el teléfono repiqueteó.
- Si ¿ dígame ?
- Perla, soy Jeff. Perdona no te haya llamado antes. Es que me esperaban en el aeropuerto, llegamos al hotel, vino la cena, etc. etc. En fin, ya conoces lo que es el protocolo de estos eventos, pero bueno ya estoy instalado. ¿ Cómo estás?
- Bien, estoy bien. Dentro de un rato me acostaré y mañana temprano salgo para Zaragoza
- No niña a Zaragoza no, a Belchite.
Ella rió y Jeff no comprendía el porqué de su risa
- ¿ He contado algún chiste ?
- Nooo. . . Si supieras algo más de mi país, sabrías que Belchite está a pocos kilómetros de Zaragoza y es allí en donde tuvo lugar la batalla del Ebro decisiva en la guerra civil, y además en la vida de tu abuelo.
- Cierto. En mi disculpa diré que el motivo es el cansancio. Estoy algo cansado . . .
- Bueno, pues acuéstate pronto y descansa. Te pondré al corriente si tengo alguna novedad. Igual tardo unos días, pues no sé cómo se desarrollará todo. Hasta mañana rey, se despidió de él
- ¿ Rey ?
- Perdona es una expresión de cariño
- Bueno está bien. Buenas noches. Cuídate princesa, y riendo los dos dieron por terminada la conversación
Hacía mucho tiempo que no conciliaba el sueño como aquella noche. Lo achacó a su cansancio del día anterior, pero la verdad es que bajo la nebulosa del sueño, flotaba un rostro: el de Jeff, que sonriente la repetía una y otra vez " princesa, princesa, princesa". . . ¡ Hacía tanto tiempo que nadie la dedicaba un piropo !
La chicharra del despertador sonó en la habitación haciendo que se levantara de golpe. Hubiera seguido durmiendo otro rato, máxime cuando estaba soñando algo muy agradable. Se veia bailando pero no tenía pareja, aunque de sobra conocía quién era su compañero
- Debo estar loca, sonrió mientras se duchaba.
Desayunó y tomó el bolso de viaje. Revisó si llevaba dinero, las tarjetas, un mapa y el chaquetón. Hacía un día algo lluvioso, lo que causó su desagrado, no la gustaba conducir con el suelo mojado, pero era lógico: iban camino del invierno y no podía esperarse otra cosa.
Se introdujo en el coche y puso rumbo a la carretera que la llevaría hasta Zaragoza y desde allí a Belchite. 



Una vez dentro del coche, puso rumbo a Zaragoza
Primero iría al pueblo viejo. Se quedó así, después del bombardeo por orden de Franco, para que siempre perdurase en la memoria, lo ocurrido en aquella cruenta batalla. A pocos kilómetros construyeron el donominado Belchite Nuevo, en donde fueron ubicados los supervivientes de aquellos días Corría una leyenda entre los lugareños que por las ruinas del pueblo paseaban por la noche los fantasmas de los que sucumbieron, y que por eso poca era la gente que transitaba por sus derruidas calles.
Suponía que Lolita estaba enterrada en el Viejo. Primero indagaría en la iglesia y si no obtenía los resultados apetecidos, se trasladaría al Nuevo

Belchite, el pueblo fantasma


Paró el coche en la plaza de Belchite, frente a la iglesia y contigua al Ayuntamiento. Cogió su agenda y decidida entró en el consistorio para indagar sobre alguna pista del hecho que le había llevado hasta allí.

Belchite

--Señorita, por favor ¿puede atenderme?

--Si, como no. Dígame

--Vengo buscando información sobre una persona fallecida durante la guerra civil, más exactamente durante el bombardeo. Necesito saber el lugar en dónde se procedió a su enterramiento

--¿Tiene nombre, apellidos o algún otro dato ?

-- Le agradezco mucho la información, pero por favor con independencia de que yo indague en la iglesia, si es tan amable búsqueme los datos que pueda. Es muy importante.

-- Descuide, ahora mismo me pongo con ello. El cura, aunque muy mayor, es de aquella época. Estaba recién salido del seminario cuando llegó aquí. Seguro que él sabe a quién se refiere.

-- De nuevo muchas gracias. ¿ Cuando puedo volver?

-- Aún no estamos informatizados, por lo que tendré que ir al sótano y buscar los libros. Creo que un par de horas los habré localizado.

--¿Le parece después de comer, como a las cuatro?

-- Perfecto, quedamos a las cuatro.

-- Hasta luego, pues

Se dirigió a la iglesia y preguntó por el sacerdote que la chica del Ayuntamiento le había comentado

--¿Se refiere a don Felipe?, la dijo el sacristán que la atendió

-- Pues la verdad no se cómo se llama, pero debe ser él si es que estaba aquí durante la guerra

-- Venga, está en la parte de atrás

Ambos se dirigieron al pequeño jardín trasero de la parroquia y allí, sentado bajo el porche, se encontraba el anciano sacerdote dormitando

-- Hoy no hace muy buen día, apostilló el sacristán

--Cuando salí de Madrid, estaba medio lloviendo…

-- Don Felipe, don Felipe. Esta señorita pregunta por usted

--¿ Eh, cómo dices ?

-- Está algo sordo, tendrá que hablarle alto, pero no se preocupe tiene una cabeza que para mi la quisiera yo cuando llegue a su edad. Le solicitan unos datos de cuando el bombardeo. .
- Pregunto por Lolita, fué muerta en el bombardeo en Bilchite Viejo. . . Resulta que era novia de un chico americano que fue herido junto a ella aquel día. Es el abuelo de un buen amigo mio. Nunca ha olvidado aquel suceso y antes de morir querría saber dónde está enterrada y poner unas flores en su tumba. Me han dicho que la madre aún vive


El anciano sacerdote recordaba todo....

-- Si, si . La vida no fue justa con ellos. Eran buena gente que no hicieron daño a nadie, al contrario, ayudaban a todos los que les necesitaran. La niña murió, al padre le detuvieron a los pocos días de la muerte de su hija, le encarcelaron y falleció en prisión de tuberculosis. Dolores, la madre, , se quedó sola y sin dinero. Ahora está en una residencia esperando que llegue su hora. ¡ Ay Señor, lo que tuvimos que ver en aquellos días ¡ La niña está enterrada en el Viejo, junto a su padre, pero está todo derruido.. Yo iba antes a visitar a todos los amigos que allí yacen, pero ya no lo hago. Se me encoge el corazón contemplar aquellas ruinas, aquel lugar que estuvo lleno de vida. Eran mis amigos; bauticé a sus hijos, casé a algunos de ellos y ahora dicen que está todo embrujado y que por la noche se oyen los lamentos de los que allí vivieron Sólo pude rezar por ellos.

--Padre, no le molesto más. No quiero que le atormenten los recuerdos. No sabe el favor que me ha hecho y lo agradecida que estoy. Desde América le van a bendecir.

--¿ Por qué no vino antes, el americano, a indagar todo esto?

--Como ya sabrá quedó herido y traumatizado por la muerte de Lolita, pero nunca la olvidó. Pasado un tiempo se casó, tuvo hijos, en fin el tiempo pasó. Un nieto de ese hombre es escritor, ha escrito un libro sobre la peripecia de su abuelo y le prometió que averiguaría el paradero de Lolita. Dentro de unos días vendrá personalmente a ponerle las flores que prometió a su abuelo. Yo le estoy facilitando los trámites

--Está bien, hija, está bien. Que venga por aquí cuando llegue. ¿Se lo dirás ?

--Desde luego vendremos los dos. Muchas gracias de nuevo. Hasta pronto

--Ve con Dios, hija

Decidió dar una vuelta por el Viejo y visitar el lugar de los acontecimientos. Se había convertido en un pueblo fantasma .

Ella no tenía miedo; se le había encogido el corazón cuando el sacerdote relató la tragedia de los padres de Lolita. Estaba muy apenada y a punto de saltársele las lágrimas. Desde que se quedó viuda, cualquier cosa la hacía llorar. Antes era una chica risueña incapaz de apenarse por nada, pero la ¡cambió tanto la vida!, que ahora se emocionaba hasta cuando en Navidad ve los anuncios de turrones.

Era un paisaje apocalíptico, solitario, pero en sus fachadas derruidas estaba escrita con sangre la vida de aquellos que en su día fueron sus moradores y ahora los pocos que quedaban, ni siquiera paseaban por sus calles: no querían recordar, no querían ver la destrucción de lo que antaño fueron sus hogares, era su vida, sus hijos, sus mujeres, sus casas.

Se dirigió hacia las afueras del pueblo en donde creía podría estar el cementerio. Consultó el reloj.

-- Mejor lo dejo para la tarde. Iré a comer y después al Ayuntamiento. Haré noche en el pueblo y mañana trataré de ver a la madre de Lolita. No puedo irme de aquí sin visitarla

Puso rumbo al pueblo nuevo. Buscó un sitio en dónde comer y reposar hasta la hora de ir al Consistorio. Tenía que asimilar todo lo que había vivido aquella mañana nublada e intensa.

Pidió información al camarero que le servía la comida de algún lugar en el que poder pasar la noche. La indicó que estaba cerca y que era una pensión limpia y económica. Apuró el café de la sobremesa y esperó a que fuera la hora de recoger los datos que la facilitarían en el Ayuntamiento. Habían pocas cosas que hacer en el pueblo, sólo contemplar el paisaje de un pueblo construido hacía poco. Le faltaba la solera que tenía el pueblo Viejo.. Recogió la documentación solicitada y nuevamente agradeció a la funcionaria el servicio prestado. Deambuló por la zona, pero para una persona que vive en una gran ciudad, pronto recorrió el terreno y cansada y aburrida optó por encerrarse en la habitación de la pensión.

Compró un bocadillo para cenar y una botella de agua . encendió el televisor de su habitación. Se quitó la ropa y se puso el pijama. Tenía mucho sueño y es probable que se quedara dormida rápidamente, como así fue

Los“silencios”” de los pueblos fueron los que la despertaron en una hora muy temprana. Se desperezó y se quedó mirando al techo de la habitación. Pensaba en lo vivido el día anterior y en lo que le aguardaría en el día presente. La habitación tenía un baño, pequeño, con plato de ducha, pero a ella le daba igual

-- Lo importante es que esté limpio… Y eso lo estaba en demasía

Lucía en la calle el sol mortecino del otoño, pero al menos no llovía. Se vistió con unos pantalones y un jersey de cuello alto. Se recogió el pelo en una trenza. No se maquilló y se dispuso a salir. Desayunó, abonó su cuenta y se introdujo en el coche rumbo a la residencia de ancianos. Trataría de ver primero a la madre de Lolita y posteriormente iría al cementerio después de comprar unas flores, pero no sabía dónde. Preguntaría en la residencia.

Llegó y en recepción solicitó la entrevista con Dolores



-- Están desayunando. Habrá de esperar hasta que terminen.¿ A quién digo que ha venido a verla ?

-- No, ella no me conoce. Vengo en nombre de alguien que la conoció hace tiempo

-- Está bien, aguarde un momento, ya no tardarán mucho
Estuvo dando vueltas por el vestíbulo. Se fijaba en los cuadros que colgaban en la pared, hasta que una señorita empujando un carrito con una anciana llamó su atención

--Señorita, aquí está Dolores

Señorita, aquí está Dolores .....

La empleada dejó el carrito delante de Perla. La anciana levantó la mirada y la fijó en la muchacha con curiosidad. Con voz trémula le preguntó

--Perdone, señorita, ¿ la conozco ?

-- No señora, pero tenía mucho interés en hablar con usted

--¿Conmigo y por qué ?

-- Vine a visitar el pueblo. Hace años vivió aquí el abuelo de un amigo mio y me encargó venir y averiguara si vivía alguien de aquella época

Perla narró lo que estimó que no iba causar dolor a la anciana de manera que los tristes recuerdos no la atormentasen. Una vez explicado, muy por encima, el motivo de su visita a Belchite, se iba a despedir cuando Dolores cogiéndola de la mano la dijo:

-- Empuje el carrito. Vamos a mi habitación, quiero enseñarle algo que es un tesoro para mí. Los primeros patucos que hice a mi hija cuando supe que venía en camino.

Entraron en el ascensor siguiendo las instrucciones de Dolores. llegaron al segundo piso y de allí a la habitación que ocupaba la anciana. Del armario extrajo una caja de cartón, por la que el tiempo había pasado y de su interior extrajo un par de patucos color rosa.

-- Hice otros azules por si era niño, pero esos los perdí jun to con mi casa. Era una niña preciosa, y buena como nadie


Hice otros azules, pero los perdí...

En ese momento Dolores se derrumbó y rompió a llorar amargamente. Perla se abrazó a ella con los ojos llenos de lágrimas. Comprendía perfectamente el dolor de aquella mujer viviendo únicamente de sus recuerdos. La anciana prosiguió

--Tenia novio ¿sabe ? Se conocían hacía poco tiempo y ¡ eran tan jóvenes ¡ Él era un chico americano que vino con las Brigadas y estaban juntos cuando ocurrió

--Dolores, de él es mi encargo

-- ¡ Dios mio, no la ha olvidado ¡

-- No Dolores. Nunca la olvidó y a su primera hija le puso el nombre de lolita. Ella está siempre en su pensamiento

Trató de calmar la emoción de la anciana y su propia emoción. Al cabo de un rato una vez hubo calmado a la mujer, pudo despedirse de ella con la promesa de volver junto con Jeff. Dio un beso en la frente a aquella venerable mujer y salió de la residencia llorando como una criatura.

Dentro del coche se dio cuenta de que no había comprado las flores y frenó de nuevo entrando en la residencia e indagar allí por una floristería.

Compró un ramo de flores varias, alegres como era la niña que las tendría sobre su lápida y dirigió el coche hacia el cementerio Viejo dispuesta a dar con su tumba. No le costó gran esfuerzo, a pesar de que las inscripciones estaban medio borradas, pero dio con la de Lolita. En silencio rezó un padrenuestro y depositó las flores en el suelo, enjugando las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Rezó un Padrenuestro y depositó las flores en su tumba


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