POR CASUALIDAD - Capítulo 1º / LA FIESTA




Philip terminó su guardia y se dispuso a coger la moto que le conduciría hasta su casa en un barrio acomodado de la ciudad de Nueva York. Había tenido una guardia dura, con varios accidentes de tráfico, una apendicitis de urgencia, un brazo roto, caídas en la calle, etc. etc. Había empalmado su turno con la guardia que le correspondía a otro compañero, pero que por encontrarse enfermo, le tocó a él. Estaba cansado y sólo pensaba en llegar a casa y después de una buena ducha,, meterse en la cama y dormir, dormir sin parar hasta el día siguiente.

De pronto se acordó que había de llamar a Else su antigua compañera de universidad, y que ahora se había convertido en su mejor amiga y acompañante en eventos a los que había de asistir con pareja.

Philip

-- Seguro me dice que no, y no me extraña porque esas reuniones son de un aburrimiento de muerte. Pero en fin, la etiqueta lo exige. . . pensó riendo ante la mentira que le iba a decir a su amiga.

El teléfono sonaba en casa de Else. De un saltó atendió la llamada pensando que se había dormido y que el despertador no había cumplido su misión: despertarla a tiempo para acudir a su trabajo

-- Else

-- Siii

-Despierta, mujer, que son más de las ocho.

-- ¿Philip?, por Dios que susto me has dado, creí que me había dormido y el despertador no había funcionado

Else

-- Mas o menos, pero es que salgo ahora de una guardia que me ha dejado rendido y antes de acostarme te quería pedir un favor.

-- A ver, dime, pesado

-El viernes tengo que asistir a un evento muy importante y necesito pareja ¿ Me acompañas ¿

-¡ Philip ¡ ¿ por qué siempre me metes en estos lios ¿ No me apetece nada tus fiestas. Son un aburrimiento y creo que son excusas para que vaya contigo

-Tienes razón, pero los organizadores son así. ¿ Te animas?

-Pues no. . . pero ¡ qué remedio me queda ¡. Me debes un montón, de favores, que te quede claro

Las risas de Philip se oyeron a través del teléfono, señal de que su amiga había aceptado

-Oye, te llamo el miércoles para quedar ¿ vale ¿ Ahora estoy muerto de cansancio y me voy a dormir. .Ciao linda, eres un tesoro

-Bien, bien. Eres un embaucador. Anda acuéstate pronto. Hasta el miércoles tramposo

Ambos amigos colgaron sus respectivos teléfonos riendo. Else se desperezó en la cama y apartando la ropa se levantó de un salto. Tenía tiempo de sobra para llegar al trabajo. Delante de un café, en el desayuno, pensaba en la conversación mantenida, , sonriendo

-- ¡ Este chico ¡ . . .

Hacía una preciosa mañana de final de primavera y el sentir el sol en su rostro la infundía alegría interior.. La gustaban los días soleados como éste. Diligente cogió su coche y se dirigió a las oficinas de la Organización en la que trabajaba como cooperante para los refugiados. Era muy apreciada entre sus compañeros; servicial y diligente, Else, era eficaz y siempre trataba de resolver los problemas que inevitablemente los refugiados traían a sus oficinas Comentó con su compañera el “ plan” que tenía para el fin de semana y que no la apetecía, pero por Philip lo haría encantada

--¿ Estás enamorada de él?

-Naturalmente que no, aunque en la universidad me gustaba muchísimo. Pero no, ahora es como un hermano para mi. Es muy buena persona y re curro a él cuando necesito su ayuda con cualquier refugiado, y siempre lo resuelve Por eso no tengo más remedio que corresponder de alguna forma.

Tanto Philip como Else, pertenecían a unas familias bastante bien acomodadas . En ocasiones sus padres se habían reunido con motivo de algún acto social, es decir : se movían en los mismos círculos, por eso no era de extrañar que quienes les conocían daban por hecho que en algún momento emparentarían Else y Philip, pero ellos tenían otros planes.. Ambos eran de ideas más progresistas que sus familias, por tanto eligieron caminos profesionales en los que poder ayudar a gentes desfavorecidas. Sus ideas no eran bien vistas por sus respectivos padres que procedían de familias de emigrantes que habían conseguido el sueño americano. El abuelo de Else había forjado su pequeña fortuna montando un restaurante, que posteriormente fue ampliando hasta conseguir una cadena de ellos. El padre de Else heredó el negocio y lo amplió con otra cadena de comida rápida. Se les podía considerar como “ricos”. Tenía dos hermanos más y los tres fueron a la universidad. La familia de Philip provenía de la industria editorial forjada por su padre. Tuvo la fortuna de editar a unos escritores de mucho éxito y desde años su prosperidad era notable. No entendía muy bien cómo su hijo había estudiado la carrera de medicina, y además trabajara en un hospital pequeño y en sus ratos libres ejerciera en organizaciones de ayuda a personas con ingresos precarios. En una ocasión les anunció que probablemente ingresaría en Médicos sin Fronteras para marchar a Africa o algún país de Hispanoamérica y trabajar en el interior , lo que escandalizó a sus padres y hasta le valió un buen disgusto con ellos.

Como había acordado , Philip la fue a buscar a la salida del trabajo. Se saludaron cariñosamente y se dirigieron a cenar a uno de los restaurantes familiares. Su charla era cariñosa y amable como cada vez que se veian y quedaron de acuerdo a la hora en que pasaría a recogerla para acudir a la fiesta en la que Philip debía acudir con pareja y que era un pequeño homenaje a un médico que dejaba su trabajo después de alcanzar la jubilación, y que otro más joven reemplazaría al saliente.

- Ponte guapa y muy elegante. Tengo que causar buena impresión

- ¿ Por qué ¿ ¿ Vas a ser tú el que sea nuevo directivo?

- ¡ Qué más quisiera yo ¡ Pero fíjate si serán absurdos que piensan si voy a la fiesta sin “ novia “es que no soy lo suficientemente serio para ocupar un puesto de alguna responsabilidad

- ¡ Pero yo no soy tu novia ¡


- Si, pero ellos no lo saben

- ¡ Pero cómo puedes ser tan tramposo ¡

Ambos rieron satisfechos de la ocurrencia. La fiesta transcurría normalmente. Como en todas las reuniones de ese tipo algunas parejas bailaban, otras formaban corrillos mezclándose los jóvenes con las personas de más edad,, otros comentaban el tiempo que hacía que no se veían y que tenían que organizar una comida de hermandad, etc. Todo normal.

El corrillo formado por Philip, Else y demás compañeros de su promoción tenía una charla amenizada por anécdotas y chistes que Philip se encargaba de relatar. Una voz algo distante de donde estaban llegó hasta ellos y les hizo girar la cabeza en su dirección

-¡ Philip, muchacho ¡ ¡ vaya sorpresa ¡

-¡Albert ¡
Albert
Ambos amigos se fundieron en un estrecho abrazo

-¿Cuánto tiempo hace que no nos hemos visto?, preguntó Albert

- Ufff, una eternidad. Dijo Philip. ¿ Cómo te va todo ¿

-Bien, me va bien. Estoy donde yo quería y hago lo que me gusta. Mi familia está de uñas, pero bueno, se van acostumbrando.

En ese momento Albert giró su rostro en dirección a Else, que fue reconocida en el acto

-¡ Dios mío, tú también estás ¡

Ella extrañada miró a Philip interrogándole con un gesto lo que aquello significaba. No creía conocer a aquel muchacho y no entendía nada

-¿ Me conoces? Preguntó a Albert

-¿ Que si te conozco ¿, Naturalmente, yo estaba loco por ti

Else divertida rompió a reír

-Eres muy galante, le dijo

-De eso nada. Es cierto, hasta me dijo que se casaría contigo, replicó Philip

-Vamos a ver ¿ os estáis quedando conmigo? Yo no te conozco de nada . . .

-Estabas dos cursos por detrás nuestro, en Sociología y nosotros en Medicina,  pero yo siempre en el comedor me ponía frente a ti para poder verte

-Cierto, elegíamos el peor sitio del comedor y sólo porque tú te arrinconabas para no perder ni un solo minuto de tus estudios. Madre mía ¡ lo que tuve que aguantar ¡, comentó Philip

-¡Pero a mi el qye me gustaba eras tú.! . . dijo divertida Else dirigiéndose a Philip

-¿ Y ahora, sois pareja?, preguntó Albert

-Nooo, se apresuró a rechazar ella. Somos muy buenos amigos, pero ya no me gusta para novio, apostilló riendo

- Bien, pues si es así . . . Vamos a bailar

Y tomándola de un brazo la llevó hasta la pista. Se miraban y sonreían quizás recordando sus andanzas juveniles, . Albert sin dejar de sonreír y mirándola de frente le dijo

-- Me voy a casar contigo. Y girando en el baile dejo a Else sin poder decir ni una sola palabra.

La velada fué larga pero muy amena. Al finbalizar, Albert se ofreció para llevar a casa a la muchacha, que en un principio se resistió a ello

- No me parece bien. He venido con Philip.. . . Creo que debo regresar con é´

- No te preocupes, yo le explico todo y comprenderá


Fueron caminando durante largo rato. Ella estaba algo violenta puesto que Albert no dejaba de relatar las andanzas de la universidad, que inexorablemente terminaban en ella. La confesó que se enamoró nada más verla y que siempre pensó en  ella, pero  se había marchado a E.uropa y nadie le daba razón de su paradero. Luego estaba el estilo de vida que llevaba que no le parecía el más adecuado para formar una familia, pero que siempre estuvo en su pensamiento

- Es muy halagador por tu parte, pero creo que estás algo loco, le dijo riendo

Su sonrisa se borró al ver el rostro de él serio y entonces comprobó que no hablaba en broma

- Me estás poniendo nerviosa, yo no te creo. Es imposible todo lo que me estás contando y no me gustaría creer que me estás tomando el pelo. No me gustaría nada . . . Acabamos de conocernos y no sabemos nada el uno del otro. No, no me parece adecuado lo que estás haciendo

- Else, en el mundo en que me muevo los minutos cuentan porque no sabes lo que ocurrirá mañana. Estaba en Haití cuando el terremoto y lo que tuve que pesenciar, me dejó una huella terrible e hizo que cambiaran muchas cosas que hasta entonces las creía tener claras. Sé que no es la forma más adecuada de peditte en matrimonio, pero es así como lo siento

-Te comprendo, pero tienes que reconocer que para mí es muy difícil aceptar esta situación a vote pronto. Lo siento, pero no me casaré sin estar enamorada. Es algo muy serio como para tomárselo a la ligera. Por otra parte están los trabajos, y el mío está aquí

-Mi contrato con Médicos termina al año próximo y entonces que estableceré aquí, puesto que tajbién puedo ejercer mi profesión en sitios donde las necesidades de la gente se hagan presentes. Vivimos en el primer mundo, pero también aquí hay pobres

-Ya lo sé. Trabajo como cooperante para los refugiados sin papeles

-Poder ser novios y a mi regreso. . . organizamos nuestras vidas

-Por favor Albert. Eres guapo y sé que buena persona, pero no te quiero. No pretendo hacerte daño, pero es que todo es absurdo e incoherente. Desde la universidad no me has visto y no sabes nada de mi. Quizás haya tenido novio, o haya estado casada, o tenga algún hijo.- . .

-¿Ha ocurrido algo de todo esto? Y aunque sea así, sólo me basta saber si ahora estás libre, nada más. Te estoy pidiendo una oportunidad. Seamos novios primero y dejemos correr el tiempo. . . Si cuando regrese sigues pensando igual, yo desapareceré de tu vida

-Pero ¿cuánto tiempo vas a estar aquí?

-De momento un mes. Espero que estemos juntos el máximo de tiempo posible y así poder conocernos mejor

-Mira ahí viene un taxi, páralo

Alberto lo paró y ambos jóvenes llegaron hasta el domicilio de Else. Junto a la entrada del edificio se despidieron, pero Albert la atrajo hacía sí dándola un abrazo y un beso, al tiempo que la decía

-- No tienes ni idea la cantidad de veces que he imaginado esta escena. Y por fin hoy se ha hecho realidad

- No te entiendo Albert. No me cabe en la cabeza ese amor tan platónico que sientes por mi . . .

-No importa, Else, ya me querrás algún día. Tómate tu tiempo tendré paciencia. Anda entra en casa. Me quedaré aquí hasta que llegues. Enciende una luz cuando estés dentro y así sabrçé que has llegado. Mañana nos vemos ¿ no es así? Vendré a buscarte a las once ¿ de acuerdo?

- De acuerdo, eres imposible. Y riendo entró en el portal

Comentarios

Entradas populares