EL VIAJE . Capítulo 2º / Una casualidad
El conducia a Laura rozando a penas la cintura de ella. La condujo hasta el interior del pub y al verse, a la luz, ambos se quedaron asombrados, riéndose
-¡ No es posible, pero bueno!. Está decidido: eres un peligro para mí
Ella reia sin parar
-.Dios mio, qué casualidad. No me lo puedo creer... Las escalerillas.Con lo grande que es el mundo y tengo que tropezarme contigo en tan breve espacio de tiempo. Por favor, discúlpame. No lo hago a drede.
Ambos fueron a sentarse en una mesa sin parar de reir.
-Yo creo que lo más correcto es que me presente, puesto que no puedo desembarazarme de ti. Soy George Mortimer, y circunstancalmente alcalde de esta ciudad
-¡ Vaya ! he tropezado con un plítico y nunca mejor dicho.- Y ambos rompieron a reir de nuevo.
-Yo soy Laura Escribano.Acabo de terminar la carrera de Historia y vengo con una beca para presentar mi tesina sobre los celtas.
-Bueno-, dijo Georges- , ahora sí podemos ser amigos, pero por favor dime a las horas que sales a la calle para evitar que te vuelva a atropellar. Aquí se conduce por el lado contrario del continente. Al principio es un poco difícl, pero te acostumbrarás. ¿Tienes coche?
-No, pensaba alquilar uno, pero me lo voy a pensar. Me he llevado un susto tremendo.Prometo mirar bien por dónde voy.
Rieron juntos y pidieron algo para beber. Mientras les servían George le preguntó
-¿Cuanto tiempo vas a estar en mi pais?
-Un año, tengo de plazo un año. Así que tengo que darme prisa porque las investigaciones van a ser cuantiosas. No conozco el territorio, ni el idioma, en fin, ya me arreglaré.
-¿Tienes algún compromiso para mañana?
-No ¿ por qué?
-¿Te apetece hacer turismo? Yo como puedes comprender me conozco todo ésto como la palma de mi mano. Además de ser el alcalde, mi familia ha vivido aquí desde hace más de doscientos años. Me conozco al dedillo todos los rincones, y quizás te sirva de ayuda.
-¡Sería estupendo ! pero no creo que deba abusar de tu amabilidad. Muchas gracias. Voy a hacerme con un plano de la zona y señalar en él lo más importante o al menos lo que más me pueda valer. Voy a solicitar un empleo que he visto esta mañana en el Ayuntamiento, y así tendré más presupuesto. Muchas gracias por tu ofrecimiento.
-¿Crees que me he ofrecido para quedar bien? No quiero obligarte pero mi ofrecimiento es incondicional, tu verás.
-De acuerdo, acepto. ¿A que hora quedamos?
-Vendré a buscarte pronto para que nos de tiempo a recorrer mucho territorio. Y ahora vamos a cenar¿quieres?
-¡Oh! desde luego, perdona no me había dado cuenta de lo tarde que era y te estoy entreteniendo. De nuevo perdóname
-No, te estoy invitando a cenar aquí ¿te apetece?
-La verdad, no sé qué decir
-Di si. De qué te extrañas hace un rato me decias que en tu pais me hubieran invitado a tomar una cerveza, yo te invito a cenar
-¿Me habías entendido? Por Dios, no sé si se puede hacer más el ridículo que lo estoy haciendo yo en apenas dos días que llevo aqui...
-No te lo tomes a la tremenda es la novatada.
Al terminar de cenar George la llevó hasta su casa.
-A pesar de todos los sobresaltos, quiero que sepas que he pasado una tarde estupenda. Muchas gracias George, hasta mañana.
El espero que entrara en su casa y tardó unos instantes pensando en lo original que era aquella chica y se fué hacia su coche. Después de ponerlo en marcha partió hacia su domicilio.
A la mañana siguiente Georges llamó a la puerta y Laura ya estaba vestida para la ocasión y se estaba preparando un café.
-Hola, buenos días
-Buenos días Georges. Estoy haciendo café.¿Quieres uno antes de irnos o prefieres un té?
-No un café estará bien. Lleva la máquina de fotos. Hay un paisaje increible y muchos restos arqueológicos Esta zona tiene mucha historia, te va a gustar mucho.
Terminaron un café y salieron. Apenas se miraban se reian de las anécdotas que había vivido juntos, admirándose de las casualidades ocurridas. Tomaron la carretera y llegaron hasta cerca del lago Gowna en el condado de Longford. Allí hicieron una parada y él explicó a Laura algunas de las leyendas que por allí habían circulado sobre los druidas en tiempos de la antigüedad. Hicieron un descanso sentados en la hierba verdísima y sacaron algunas fotos del lugar. George le dijo:
-Déjame la máquina, voy a sacarte una foto
El encuadre era perfecto y el paisaje precioso. Enmarcó el rostro de Laura con un fondo de leyenda, y al cabo de un rato reemprendieron el viaje rumbo a lo más emblemático del entorno: La mole de piedra junto al dólmen. ´
Llegaron al lugar y la magia que desprendía dejó a Laura sin poder articular palabra.
-¿Quieres saber la leyenda que existe sobre el lugar?
-Desde luego, para eso estoy aqui. ¿Es celta lo que me vas a contar?
-Claro. Cuentan los más antiguos de los más antiguos que en este lugar se juraban amor eterno los primitivos habitantes de la zona.Para saber si los amantes disfrutarían de su amor toda la vida, se ponian cerca del dólmen y si los rayos del sol caian sobre ellos, su amor sería eterno.
-¿Aqui?- preguntó Laura
-No, un poco más allá. Casi al pie de la piedra; aquí mira.
Y tomándola del brazo la colocó en el lugar exacto y a continuación sacó varias fotografías teniendo a Laura como protagonista. Al terminar , George se acercó a ella para devolverle la máquina y en ese instante un rayo de sol dió sobre la piedra cubriendo con sus rayos a los dos amigos. Ellos al contemplar el hecho se echaron a reir.
-Es asombroso-, comentó él.- Desde que nos hemos conocido no hemos parado de reir, es estupendo.
Y se encaminaron hacia el coche para continuar la ruta.
El restaurante donde habían cenado era el lugar reservado para este fin, pero anexo estaba el pub. Al salir del restaurante observó que en el mostrador habían puesto un cartel en el que se solicitaba pesonal camarero/apara servir las mesas del pub
Durante varios días ella tenía la idea de que un empleo le sería muy beneficioso para su economía . Al día siguiente de su excursión decidió ir a solicitar el empleo
-"Quizás lo consiga. No sé muy bien el inglés y mucho menos el irlandés, pero puedo argumentar que en cambio hablo castellano y les sería de mucha utilidad para los turistas que vienen en verano, que son bastantes..
Se encaminó hacia el pub y al llegar solicitó hablar con la persona que regentaba el local. Tras un buen rato durante el cual se presentó y expuso sus conocimientos, la dueña la comunicó lo que ganaría (que no era mucho, pero si una ayuda)y, el horario
-Su turno sería de 12 del mediodía hasta las ocho de la noche. A esas horas no suelen venir muchos turistas. Ese horario la permitiría estudiar por la mañana y trabajar por la tarde. ¡ Ah ! y los sábados y domingos libres
-Me parece bien, estoy de acuerdo ¿cuando empiezo?
-Mañana mismo, si quiere. Necesito su documentación para el contrato de trabajo y su domicilio en España y en Irlanda.
-Aquí lo tengo todo, aguarde un segundo y se lo muestro.
Sellaron el trato con un apretón de manos y se despidió hasta el día siguiente.
Puntual a la hora acordada, llegó al pub, recibió las instrucciones del trabajo a realizar y observó a Cathy cómo lo realizaba. No la pareció difícil, sin embargo el enterderse con los clientes si algo más complicado. El irlandés era muy dificil para ella y casi todos era el idioma que hablaban.
Pasaron varios dias. No había vuelto a tener noticias de Geroge; tampoco la extrañó pues debido a su cargo debería estar muy ocupado, o incluso fuera de allí.
Transcurrió el primer mes en su trabajo y medio mes más. Una tarde entraron varios chicos con algunas chicas. Se notaba que eran amigos y camaradas pues las risotadas se oian en todo el local.
Uno de ellos, un chico pelirrojo se dió cuenta de que había una camarera nueva atendiendo a una mesa con algunos turistas españoles. Se quedó mirando a la muchacha y al cabo de unos instantes se dirigió a sus amigos que ya habían tomado mesa
-Acabo de ver a la muchacha más bonita que nunca he visto. Me he enamorado de ella locamente
Los amigos se echaron a reir pues salidas de esas Broderick las tenias de vez en cuando. Nadie le hizo caso, ni nadie dirigió la mirada hacía la muchacha "más bonita jamás vista", es decir no le hicieron caso.
Una voz femenina algo engolada se alzó por encima de la de sus amigos
-Camarera, por favor
La camarera a la que se había dirigido Lisa (ese era su nombre) no le prestó atención y siguió atendiendo a los turistas. Lisa se impacientó y con tono más agrio reclamó:
-Muchacha ¿es que no vas a venir?
Entonces Laura dirigió la mirada hacia donde la reclamaban y con una sonrisa y un gesto con la mano, solicitó un momento de espera.
--Creí que nosotros no teníamos derecho a que nos atendieras, muchacha
-Perdón ¿cómo dice?
-Tenías que habernos atendido hace un buen rato. Te he llamado dos veces, a eso es a lo que me refiero.
-Perdón señorita, estaba con otros clientes.
-Si pero esos pueden esperar, no son de aquí y no conocen que los irlandeses tenemos preferencia
-Perdone, pero no hay ningún cartel que diga tal cosa y todos los clientes tienen el mismo derecho a esperar su turno. Lo lamento¿Desea pedir ahora, o prefiere que la atienda una señorita irlandesa?
El resto de sus amigos empezaron a mirarla y a reirse de Lisa por el resbalón que había cometido. Aún quedaba por llegar otro amigo y Lisa pidió su consumición
-Una pinta para mi novio, que ahora llegará.
- Desde luego, tardo un minuto, dispulpen.
Laura se encaminó hacia el mostrador mostrando la nota que había tomado de la mesa en cuestión. Al llevar la consumición comprobó que el chico que faltaba era George, que la saludó muy amable y sonriendo.
-¡ Laura ! qué bien, al fin conseguiste tu propósito. ¿Cómo estás, bien?
- Oh George, qué gusto volver a verte, y si ya llevo algún tiempo y estoy encantada. Ya conoces los proyectos que tenía y al fin podré cumplirlos.
-¿Desde cuando conoces a esta chica?
-Es un poco largo de contar. Luego os lo explico. Es la persona más divertida y extraña que he conocido.
-¡Vaya, por lo visto ella acumula todos los superlativos del mundo
-No te entiendo ¿qué quieres decir?
-Pues Broderick se acaba de enamorar de ella y se va a casar y tu haces muchas alabanzas para ser extranjera¿La conoces desde hace mucho?
-Te he dicho que luego os cuento cómo nos conocimos. Es muy divertido.
Laura sirvió la mesa y se retiró para atender a otros clientes. De repente una explosión de risotadas resonaron en el pub y las miradas prendidas en ella, la dió a entender que Georges estaba contando alguna anécdota que les había ocurrido. Se confirmó, cuando a drede Lisa y en voz alta soltó una frase hiriente que la dolió, porque no entendía el por qué George había contado sus experiencias
-¡ Si será torpe y tonta ! ¿Es que no sabe que en las islas Británicas se conduce por el contrario que en el continente? ¿Es que no sabe que somos de otra raza distinta, que somos distintos?
Laura entonces sacó su vena ibérica y no se pudo contener. Se dirigió a la mesa y con su voz más suave y una dulce sonrisa, dijo a Lisa:
-Señorita, yo ya sabía, por cierto por un británico que vive indebidamente en un trozo de mi pais¿le suena Gibraltar?, que ustedes son distintos al resto del mundo, que son especiales. Tan especiales que tuvimos que ser los celtas hispánicos los que vinieran a colonizar precisamente Irlanda, con lo cual al cincuenta por ciento tenemos la misma raza celta. Yo por ejemplo soy celtíbera, y le aseguro que tengo lo mejor y lo peor de las dos razas, con lo cual le advierto que mi carácter es muy fuerte, y más le valiera no ir por las malas porque enseguida me hierve la sangre. Y ahora si me disculpa continúo con mi trabajo.
Se sentía dolida y menospreciada por aquella insignificante mujer cuyo complejo de inferioridad hacía que humillara a la gente que no gozaba de su misma posición económica. Todos, incluido George, guardaron un profundo silencio sin saber qué decir. Laura se dirigió a la dueña del pub y la pidió que entrara con ella en la trastienda, tenía que hablarla:
- Tengo que hablarle y pedirle disculpas por lo que acaba de ocurrir con esa señorita. Lo lamento enormemente, pero ella desde que ha llegado ha estado provocándome, y no he podido remediarlo. Entiendo que usted me despida, y no se preocupe, se han portado muy bien conmigo y siento tener que dejar el empleo porque además me viene muy bien este sueldo, pero lo entiendo. Terminaré mi turno, y muchas gracias por todo.
- ¿Qué dices? Yo no te he despedido. Si has estado con el genio un poco vivo, normal en todos vosotros, pero no dudo de que yo también la hubiera contestado así. Lo único que es la novia del alcalde y, a lo mejor él me hace una reclamación.
-¿Qué dice? ¿Es novia de George? Pues qué distintos son. Lo lamento por él aún más , pero no debió comentarles en la forma en que nos conocimos, no me ha hecho ninguna gracia. Me hace aparecer ante la gente como una bobalicona...
-Espero que algún día me lo cuentes , debió ser muy divertido por lo que se reían... Anda sal un rato a que te de el aire, y cálmate.
George buscaba con la mirada por ver si Laura hacía acto de presencia en el pub, pero no salía, por lo cual se levantó y preguntó a la dueña por su paradero.
-Ha salido a tomar un poco de aire. Es su turno de descanso.
-Muchas gracias Stephanie.
George salió y se dirigió a la parte de atrás del pub en donde apoyada en la pared, Laura miraba hacia el cielo absorviendo todo el aire que sus pulmones la permitían con el fin de aliviar la tensión acumulada con el incidente.
-Laura, lo lamento de veras. No fué mi intención provocar tu malestar, lo siento, de verdad. Lisa no debió meterse contigo, ha estado muy incorrecta.
-Por favor George, ya os habéis reido bastante de mi. No tenias ningún derecho a contarles nada; me has dejado como una niña boba como es tu novia, y perdona, pero es tonta de remate. He quedado como si fuera una insegura que era la primera vez que salía de su casa, y efectivamente, ha sido mi primera salida al extranjero porque yo no he tenido la suerte que esa chica: Yo he tenido que pagarme mis estudios a fuerza de trabajo y sacrificio, mientas que ella se limaba las uñas. Pero mi riqueza es infinitamente mayor que la de ella, aunque sigo necesitando trabajar para mejorar mi situación, pero tengo humanidad y me compadezco de las miserias de la gente, mientras que ella se ríe, esa es nuestra diferencia. Y ahora perdóname, tengo que seguir trabajando.
-Por favor, no te enfades. Reconozco que estás cansada y a estas horas de la noche no se admiten algunas bromas, pero olvídalas. Es muy bonita nuestra amistad para perderla por un comentario desafortunado.
-Discúlpame, no nos movemos en el mismo círculo y por eso no lo comprendes. Quiero que sepas que me he alegrado de verte de nuevo, y discúlpame por el comentario que he hecho de tu novia, disculpa tengo que entrar.
Y volvió a entrar pero Stephanie la dijo que por hoy ya tenía su turno hecho y que se fuera a casa. Y muy dolida y apunto de llorar salió en dirección a su domicilio a paso rápido. No quería volver a encontrarse con aquella panda de niños de papa.
Esporádicamente Georges aparecía por el pub y amablemente charlaba durante unos instantes con Laura, no volvió a aparecer con Lisa, pero sí con algunos de sus amigos entre ellos Broderick, que seguía , según él, profundamente enamorado de Laura. Esto irritaba a veces a Georges que interpretaba que se burlaba de la chica, por lo que optó por distanciar sus citas en el pub con sus amigos. Estuvo en distintas ocasiones ausente durante cierto tiempo. Laura le echaba de menos, pero guardaba siempre la distancia. Le gustaba mucho Georges y esto la desazonaba porque sabía que era una locura en la que no debía ni siquiera pensar.
Y transcurrieron seis meses. Ella por fín había conseguido comprarse un coche de" tercera " mano, pero funcionaba muy bien. Había vuelto a Aughnacliffe en varias ocasiones. Había vuelto a sentarse en la hierba cerca del dolmen. Aquel lugar tenía una magia especial para ella y en su tesina reflejó la historia del lugar y su especial predilección por aquella zona.
Hacía bastantes día que Georges no aparecía por el pub. La sensación que sentía por ello la desazonaba, sabía que era una locura, que posiblemente él estaría buscando diversión en otro pub, porque quizás su presencia le recordara la bronca que le echó el día del incidente. Como queriendo apartar la imgen de su cabeza- dijo
-Bah, no importa. Es normal, y tú no deberías ser tan tonta. Ya han pasado seis meses y cuando quieras recordar volverás a Madrid y tendrás que olvidar toda esta tu aventura irlandesa. Pero estoy muy atascada en un punto y no se cómo salir de él. El tiempo pasa y ya no sé dónde buscar para completar la tesina.No se a dónde ir ni por dónde buscar. Si por lo menos viniera Georges por aquí le preguntaría, pero... Bueno así es mejor.
Al día siguiente era su día libre: sábado y con el domingo tenía dos días para descansar que bien lo necesitaba. Se levantó de la cama y después de ducharse pensó en acercarse a la pastelería:
-Compraré unas flores, unos pastelillos que tanto me gustan y en el pub pediré un chocolate para llevar bien grande, y después desayunaré al lado del lago Gowna, en ese sitio que adoro, que me relaja e ilumina mis ideas.
Y hacia allí se dirigió..Se sentó en la hierba poniendo a su lado las flores y el chocolate con la bolsa de pastelillos. Por si acaso, había llevado también un libro para en aquel paradisíaco lugar de paz, poder leer un poco y relajarse. Era una novela intrascendente y dulzona de amor, de esas que siempre sabes el final y la lees en un ratito, pero ella que era muy romántica le agradaban esos argumentos de amores retorcidos que siempre terminan bien.
Enfrascada en la lectura no oyó unos ligeros cascos de caballo que se acercaban a dónde ella estaba sentada. Levantó la vista y ante sí esta Georges montado a caballo que la miraba con sorpresa:
-¡ Hola ! saludó alegre Georges- ¿qué haces aquí?
-¿Y tu? -, respondió ella. Yo he venido a desayunar¿quieres un pastelillo? a mi me vuelven loca.Pero tienen que ser éstos; son los que más me gustan
-A mí también. Siempre que paso por allí compro un paquete para comérmelos picoteando.
Mientras hablaba Georges había descabalgado y se había sentado al lado de Laura.
-Hacía mucho tiempo que no se te veía¿has estado de viaje?
-Bueno, a medias.Primero tuve que solucionar un noviazgo y después viaje de visita oficial. En fin, cosas del trabajo; casi siempre después de los viajes se originan otros asuntos que hay que atender.¿Y a ti ¿cómo te va?¿has terminado la tesina?
-Ni mucho menos. Estoy atascada en unos datos y no encuentro la salida de ellos por ningún lado
-Oye, en mi casa, mi padre tiene una biblioteca con toda la historia de la comarca. A lo mejor ahí podrías encontrar lo que buscas
- Te lo agradezco, pero ya lo solucionaré. No quiero molestar a nadie. gracias por todo Georges. ¡ Ah! tengo chocolate ¿Quieres un poco para pasar los pastelillos?
-Sii, me encanta el chocolate. Probaré a dar un sorbo, gracias.
Georges dió un sorbo y a continuación se lo devolvió a Laura que también bebió. Mientras hacía ésto, él no dejaba de observarla auque ella no se dió cuenta.
-Ja,ja,ja, rió Georges. Te has ensuciado de chocolate la comisura de los labios.
-¡Oh!, perdón qué torpe-, y rebuscando en su bolso sacó un pañuelo de papel
Durante varios días ella tenía la idea de que un empleo le sería muy beneficioso para su economía . Al día siguiente de su excursión decidió ir a solicitar el empleo
-"Quizás lo consiga. No sé muy bien el inglés y mucho menos el irlandés, pero puedo argumentar que en cambio hablo castellano y les sería de mucha utilidad para los turistas que vienen en verano, que son bastantes..
Se encaminó hacia el pub y al llegar solicitó hablar con la persona que regentaba el local. Tras un buen rato durante el cual se presentó y expuso sus conocimientos, la dueña la comunicó lo que ganaría (que no era mucho, pero si una ayuda)y, el horario
-Su turno sería de 12 del mediodía hasta las ocho de la noche. A esas horas no suelen venir muchos turistas. Ese horario la permitiría estudiar por la mañana y trabajar por la tarde. ¡ Ah ! y los sábados y domingos libres
-Me parece bien, estoy de acuerdo ¿cuando empiezo?
-Mañana mismo, si quiere. Necesito su documentación para el contrato de trabajo y su domicilio en España y en Irlanda.
-Aquí lo tengo todo, aguarde un segundo y se lo muestro.
Sellaron el trato con un apretón de manos y se despidió hasta el día siguiente.
Puntual a la hora acordada, llegó al pub, recibió las instrucciones del trabajo a realizar y observó a Cathy cómo lo realizaba. No la pareció difícil, sin embargo el enterderse con los clientes si algo más complicado. El irlandés era muy dificil para ella y casi todos era el idioma que hablaban.
Pasaron varios dias. No había vuelto a tener noticias de Geroge; tampoco la extrañó pues debido a su cargo debería estar muy ocupado, o incluso fuera de allí.
Transcurrió el primer mes en su trabajo y medio mes más. Una tarde entraron varios chicos con algunas chicas. Se notaba que eran amigos y camaradas pues las risotadas se oian en todo el local.
Uno de ellos, un chico pelirrojo se dió cuenta de que había una camarera nueva atendiendo a una mesa con algunos turistas españoles. Se quedó mirando a la muchacha y al cabo de unos instantes se dirigió a sus amigos que ya habían tomado mesa
-Acabo de ver a la muchacha más bonita que nunca he visto. Me he enamorado de ella locamente
Los amigos se echaron a reir pues salidas de esas Broderick las tenias de vez en cuando. Nadie le hizo caso, ni nadie dirigió la mirada hacía la muchacha "más bonita jamás vista", es decir no le hicieron caso.
Una voz femenina algo engolada se alzó por encima de la de sus amigos
-Camarera, por favor
La camarera a la que se había dirigido Lisa (ese era su nombre) no le prestó atención y siguió atendiendo a los turistas. Lisa se impacientó y con tono más agrio reclamó:
-Muchacha ¿es que no vas a venir?
Entonces Laura dirigió la mirada hacia donde la reclamaban y con una sonrisa y un gesto con la mano, solicitó un momento de espera.
--Creí que nosotros no teníamos derecho a que nos atendieras, muchacha
-Perdón ¿cómo dice?
-Tenías que habernos atendido hace un buen rato. Te he llamado dos veces, a eso es a lo que me refiero.
-Perdón señorita, estaba con otros clientes.
-Si pero esos pueden esperar, no son de aquí y no conocen que los irlandeses tenemos preferencia
-Perdone, pero no hay ningún cartel que diga tal cosa y todos los clientes tienen el mismo derecho a esperar su turno. Lo lamento¿Desea pedir ahora, o prefiere que la atienda una señorita irlandesa?
El resto de sus amigos empezaron a mirarla y a reirse de Lisa por el resbalón que había cometido. Aún quedaba por llegar otro amigo y Lisa pidió su consumición
-Una pinta para mi novio, que ahora llegará.
- Desde luego, tardo un minuto, dispulpen.
Laura se encaminó hacia el mostrador mostrando la nota que había tomado de la mesa en cuestión. Al llevar la consumición comprobó que el chico que faltaba era George, que la saludó muy amable y sonriendo.
-¡ Laura ! qué bien, al fin conseguiste tu propósito. ¿Cómo estás, bien?
- Oh George, qué gusto volver a verte, y si ya llevo algún tiempo y estoy encantada. Ya conoces los proyectos que tenía y al fin podré cumplirlos.
-¿Desde cuando conoces a esta chica?
-Es un poco largo de contar. Luego os lo explico. Es la persona más divertida y extraña que he conocido.
-¡Vaya, por lo visto ella acumula todos los superlativos del mundo
-No te entiendo ¿qué quieres decir?
-Pues Broderick se acaba de enamorar de ella y se va a casar y tu haces muchas alabanzas para ser extranjera¿La conoces desde hace mucho?
-Te he dicho que luego os cuento cómo nos conocimos. Es muy divertido.
Laura sirvió la mesa y se retiró para atender a otros clientes. De repente una explosión de risotadas resonaron en el pub y las miradas prendidas en ella, la dió a entender que Georges estaba contando alguna anécdota que les había ocurrido. Se confirmó, cuando a drede Lisa y en voz alta soltó una frase hiriente que la dolió, porque no entendía el por qué George había contado sus experiencias
-¡ Si será torpe y tonta ! ¿Es que no sabe que en las islas Británicas se conduce por el contrario que en el continente? ¿Es que no sabe que somos de otra raza distinta, que somos distintos?
Laura entonces sacó su vena ibérica y no se pudo contener. Se dirigió a la mesa y con su voz más suave y una dulce sonrisa, dijo a Lisa:
-Señorita, yo ya sabía, por cierto por un británico que vive indebidamente en un trozo de mi pais¿le suena Gibraltar?, que ustedes son distintos al resto del mundo, que son especiales. Tan especiales que tuvimos que ser los celtas hispánicos los que vinieran a colonizar precisamente Irlanda, con lo cual al cincuenta por ciento tenemos la misma raza celta. Yo por ejemplo soy celtíbera, y le aseguro que tengo lo mejor y lo peor de las dos razas, con lo cual le advierto que mi carácter es muy fuerte, y más le valiera no ir por las malas porque enseguida me hierve la sangre. Y ahora si me disculpa continúo con mi trabajo.
Se sentía dolida y menospreciada por aquella insignificante mujer cuyo complejo de inferioridad hacía que humillara a la gente que no gozaba de su misma posición económica. Todos, incluido George, guardaron un profundo silencio sin saber qué decir. Laura se dirigió a la dueña del pub y la pidió que entrara con ella en la trastienda, tenía que hablarla:
- Tengo que hablarle y pedirle disculpas por lo que acaba de ocurrir con esa señorita. Lo lamento enormemente, pero ella desde que ha llegado ha estado provocándome, y no he podido remediarlo. Entiendo que usted me despida, y no se preocupe, se han portado muy bien conmigo y siento tener que dejar el empleo porque además me viene muy bien este sueldo, pero lo entiendo. Terminaré mi turno, y muchas gracias por todo.
- ¿Qué dices? Yo no te he despedido. Si has estado con el genio un poco vivo, normal en todos vosotros, pero no dudo de que yo también la hubiera contestado así. Lo único que es la novia del alcalde y, a lo mejor él me hace una reclamación.
-¿Qué dice? ¿Es novia de George? Pues qué distintos son. Lo lamento por él aún más , pero no debió comentarles en la forma en que nos conocimos, no me ha hecho ninguna gracia. Me hace aparecer ante la gente como una bobalicona...
-Espero que algún día me lo cuentes , debió ser muy divertido por lo que se reían... Anda sal un rato a que te de el aire, y cálmate.
George buscaba con la mirada por ver si Laura hacía acto de presencia en el pub, pero no salía, por lo cual se levantó y preguntó a la dueña por su paradero.
-Ha salido a tomar un poco de aire. Es su turno de descanso.
-Muchas gracias Stephanie.
George salió y se dirigió a la parte de atrás del pub en donde apoyada en la pared, Laura miraba hacia el cielo absorviendo todo el aire que sus pulmones la permitían con el fin de aliviar la tensión acumulada con el incidente.
-Laura, lo lamento de veras. No fué mi intención provocar tu malestar, lo siento, de verdad. Lisa no debió meterse contigo, ha estado muy incorrecta.
-Por favor George, ya os habéis reido bastante de mi. No tenias ningún derecho a contarles nada; me has dejado como una niña boba como es tu novia, y perdona, pero es tonta de remate. He quedado como si fuera una insegura que era la primera vez que salía de su casa, y efectivamente, ha sido mi primera salida al extranjero porque yo no he tenido la suerte que esa chica: Yo he tenido que pagarme mis estudios a fuerza de trabajo y sacrificio, mientas que ella se limaba las uñas. Pero mi riqueza es infinitamente mayor que la de ella, aunque sigo necesitando trabajar para mejorar mi situación, pero tengo humanidad y me compadezco de las miserias de la gente, mientras que ella se ríe, esa es nuestra diferencia. Y ahora perdóname, tengo que seguir trabajando.
-Por favor, no te enfades. Reconozco que estás cansada y a estas horas de la noche no se admiten algunas bromas, pero olvídalas. Es muy bonita nuestra amistad para perderla por un comentario desafortunado.
-Discúlpame, no nos movemos en el mismo círculo y por eso no lo comprendes. Quiero que sepas que me he alegrado de verte de nuevo, y discúlpame por el comentario que he hecho de tu novia, disculpa tengo que entrar.
Y volvió a entrar pero Stephanie la dijo que por hoy ya tenía su turno hecho y que se fuera a casa. Y muy dolida y apunto de llorar salió en dirección a su domicilio a paso rápido. No quería volver a encontrarse con aquella panda de niños de papa.
Esporádicamente Georges aparecía por el pub y amablemente charlaba durante unos instantes con Laura, no volvió a aparecer con Lisa, pero sí con algunos de sus amigos entre ellos Broderick, que seguía , según él, profundamente enamorado de Laura. Esto irritaba a veces a Georges que interpretaba que se burlaba de la chica, por lo que optó por distanciar sus citas en el pub con sus amigos. Estuvo en distintas ocasiones ausente durante cierto tiempo. Laura le echaba de menos, pero guardaba siempre la distancia. Le gustaba mucho Georges y esto la desazonaba porque sabía que era una locura en la que no debía ni siquiera pensar.
Y transcurrieron seis meses. Ella por fín había conseguido comprarse un coche de" tercera " mano, pero funcionaba muy bien. Había vuelto a Aughnacliffe en varias ocasiones. Había vuelto a sentarse en la hierba cerca del dolmen. Aquel lugar tenía una magia especial para ella y en su tesina reflejó la historia del lugar y su especial predilección por aquella zona.
Hacía bastantes día que Georges no aparecía por el pub. La sensación que sentía por ello la desazonaba, sabía que era una locura, que posiblemente él estaría buscando diversión en otro pub, porque quizás su presencia le recordara la bronca que le echó el día del incidente. Como queriendo apartar la imgen de su cabeza- dijo
-Bah, no importa. Es normal, y tú no deberías ser tan tonta. Ya han pasado seis meses y cuando quieras recordar volverás a Madrid y tendrás que olvidar toda esta tu aventura irlandesa. Pero estoy muy atascada en un punto y no se cómo salir de él. El tiempo pasa y ya no sé dónde buscar para completar la tesina.No se a dónde ir ni por dónde buscar. Si por lo menos viniera Georges por aquí le preguntaría, pero... Bueno así es mejor.
Al día siguiente era su día libre: sábado y con el domingo tenía dos días para descansar que bien lo necesitaba. Se levantó de la cama y después de ducharse pensó en acercarse a la pastelería:
-Compraré unas flores, unos pastelillos que tanto me gustan y en el pub pediré un chocolate para llevar bien grande, y después desayunaré al lado del lago Gowna, en ese sitio que adoro, que me relaja e ilumina mis ideas.
Y hacia allí se dirigió..Se sentó en la hierba poniendo a su lado las flores y el chocolate con la bolsa de pastelillos. Por si acaso, había llevado también un libro para en aquel paradisíaco lugar de paz, poder leer un poco y relajarse. Era una novela intrascendente y dulzona de amor, de esas que siempre sabes el final y la lees en un ratito, pero ella que era muy romántica le agradaban esos argumentos de amores retorcidos que siempre terminan bien.
Enfrascada en la lectura no oyó unos ligeros cascos de caballo que se acercaban a dónde ella estaba sentada. Levantó la vista y ante sí esta Georges montado a caballo que la miraba con sorpresa:
-¡ Hola ! saludó alegre Georges- ¿qué haces aquí?
-¿Y tu? -, respondió ella. Yo he venido a desayunar¿quieres un pastelillo? a mi me vuelven loca.Pero tienen que ser éstos; son los que más me gustan
-A mí también. Siempre que paso por allí compro un paquete para comérmelos picoteando.
Mientras hablaba Georges había descabalgado y se había sentado al lado de Laura.
-Hacía mucho tiempo que no se te veía¿has estado de viaje?
-Bueno, a medias.Primero tuve que solucionar un noviazgo y después viaje de visita oficial. En fin, cosas del trabajo; casi siempre después de los viajes se originan otros asuntos que hay que atender.¿Y a ti ¿cómo te va?¿has terminado la tesina?
-Ni mucho menos. Estoy atascada en unos datos y no encuentro la salida de ellos por ningún lado
-Oye, en mi casa, mi padre tiene una biblioteca con toda la historia de la comarca. A lo mejor ahí podrías encontrar lo que buscas
- Te lo agradezco, pero ya lo solucionaré. No quiero molestar a nadie. gracias por todo Georges. ¡ Ah! tengo chocolate ¿Quieres un poco para pasar los pastelillos?
-Sii, me encanta el chocolate. Probaré a dar un sorbo, gracias.
Georges dió un sorbo y a continuación se lo devolvió a Laura que también bebió. Mientras hacía ésto, él no dejaba de observarla auque ella no se dió cuenta.
-Ja,ja,ja, rió Georges. Te has ensuciado de chocolate la comisura de los labios.
-¡Oh!, perdón qué torpe-, y rebuscando en su bolso sacó un pañuelo de papel
Iba a proceder a limpiarse, cuando él detuvo su mano y pasando el dedo índice por la comisura de los labios de Laura limpió la mancha de chocolate. Entonces ella se le quedó mirando fijamente y cruzaron sus miradas diciéndose todo sin decir palabra.
Al cabo de un rato de mirarse fijamente , Georges se inclinó hacia ella y tomándola de la barbilla recogió con sus labios el resto de chocolate que aún le quedaba Fué un beso al principio ligero como con miedo, después profundo, fundiéndose ambos en un abrazo.
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