EL VIAJE - Capítulo 10ª / Con la misma moneda
La víspera del regreso de Hiroto a Japón, éste organizó una fiesta en su embajada para los amigos occidentales. Aunque la fiesta estaba organizada especialmente para Laura- no se hubía anunciado así-, era notorio que sentía especial predilección por aquella mujer que le había impresionado altamente desde su primer encuentro. Se sentía atraido hacia ella; lo que más le atraia era su carácter rebelde y sincero, tan distinto a la sumisa y dulce mujer japonesa. Georges se había dado cuenta del juego del japonés y le expuso que era imposible acudir a la fiesta, pero los argumentos no convencieron a Hiroto.
Georges advirtió a Laura que no le gustaba el juego que se traia , y que desde luego no permitiría que fuera más alla, por lo tanto ninguno de los dos asistiría a la fiesta de la embajada japonesa. Ella sabía perfectamente que Hiroto deseaba conquistarla, de que flaquease, y de esta manera seducirla. Estaba claro que no sabía de la firmeza de su carácter y que tampoco le agradaba que anduviera detrás de ella, de que la considerara una conquista fácil por muy atractivo que fuese el japonés. Al mismo tiempo le agradaba el asomo de celos de Georges y se dispuso a tensar un poco más, la cuerda...Se sentía mal por interpretar ese juego, porque sabía que hacía daño a su marido, pero en su interior sentía la necesidad de escarmentarle, y que supiera en sus propias carnes lo que dolía una traición.
-¿No crees que esa decisión debo tomarla yo?
- Me da igual lo que quieras u opines, he dicho que no vamos y no vamos a ir
El tono de Georges era firme y seguro, sin opción a réplica.El sonido del teléfono retumbó en la estancia que Laura había abandonado hacia unos instantes. Desde su habitación pudo oir las desacostumbradas voces que Georges daba a la persona que estaba al otro lado. Por el tono de la conversación dedujo que era Hiroto con quién hablaba y, entonces pensó que debía tomar una decisión y descolgando el teléfono supletorio pidió a su marido que la dejara hablar con el japonés.
-Sr. Hiroto, sin duda ha creido que los problemas que tuve con marido le iban a ser favorables para no se qué estratagema que está llevando conmigo, y he de decirle que entre Georges y yo nunca, oigame bien, nunca ha existido ni existirá algo que rompa definitivamente mi matrimonio. No tengo por qué darle explicaciones, pero si le ruego que me deje tranquila y no se meta en mis asuntos, que solamente pertenecen al interior de mi hogar. Váyase en paz a su pais y olvídese de nosotros, y cuanto antes lo haga será mejor para todos. Como le dije en una ocasión tenemos mentalidades distintas y actuamos de distinta forma en semejantes situaciones, pero eso no le debe confundir. Y ahora creo que debemos dejar zanjado este asunto tan desagradable. Coquetee con otra persona y le aconsejo que se haga una cura de humildad antes de creerse irresistible. Buenas noches y tenga buen viaje, sr. Hiroto.
Laura colgó el teléfono y vió que en el umbral de la puerta estaba Georges observándola:
-No creas que lo nuestro se termina con ésto. Me hiciste un daño que ni te imaginas, pero nunca te rebajaré ni en público ni en privado. Nuestra vida actual no ha cambiado, seguiremos igual. Si no puedes soportarlo es cuestión de pedir el divorcio.
-Tú eres lo único que me importa y por defenderte sería capaz de abandonarlo todo:carrera, pais, todo. Con tal que nuestra vida volviera a ser como antes haría lo que quisieras; he aprendido la lección. Sé lo cerca que he estado de perderte y no estoy dispuesto a que ocurra. Dime qué es lo que tengo que hacer para que todo vuelva a ser normal. No se puede borrar todo lo vivido que ha sido muy feliz y que el error y la torpeza de una noche echó por la borda los años que vivimos juntos. No se puede olvidar unas noches de pasión, una pasión sincera incomparable a cualquier otra. Eres tú la que permanentemente está en mi cabeza y cada vez que miro a nuestro hijo te veo a tí, veo los momentos importantes de nuestra vida juntos y que yo tiré a la basura por una trampa que me tendió el personaje que acabamos de despedir. Estoy convencido que fué una trampa, pero no le culpo, la culpa fué mía. Debí negarme a su juego y no lo hice, pero creo que ya es hora de que perdones ese error, pasemos página e intentemos iniciar nuestra vida de antes. Por favor, ahora te amo más que nunca porque he aprendido a valorar lo que tengo y he estado a punto de perder, por favor basta ya.
Laura le observó y no dijo nada, solamente giró sobre sus paos y dijo:
-Buenas noches Georges, te daré una respuesta.Antes tengo que meditar sobre todo esto.
- Buenas noches Laura, descansa y ojalá el sueño te haga ver una nueva situación
El se acercó a ella y dejó un beso sobre su frente. Hacía meses que no recibía ninguna caricia de su marido, y no era porque él no quisiera, sino por la barrera que le había impuesto. Salió en dirección al dormitorio, pero no podía dormir. Pensaba que ya era tiempo de que las cosas volvieran a su cauce. Georges había recibido un buen escarmiento y estaba segura de que no lo iba a olvidar. Pero al mismo tiempo no le quería poner las cosas fáciles; posiblemente fuera su orgullo herido el que la impedía correr hacia su marido y abrazarle, que era en realidad lo que deseaba, pero no, de momento no. Pero ¿estaría obrando con cordura, no sería excesivo el castigo?
Estaba nerviosa y no sabía qué hacer: si seguía sus impulsos correría ahora mismo hacia la habitación de Georges y le abrazaría, le besaría y todo volvería a ser como siempre. Al mismo tiempo quería pensar; era un paso definitivo , era la oportunidad de establecer el orden perfecto y no quería precipitarse, pero ¿y si lo estropeaba por intransigente? Empezó a sentir una gran dolor de cabeza y una angustia tremenda, decidió bajar a la cocina y tomar un vaso de leche con una aspirina. Sin saber muy bien la razón se dirigió en sentido contrario y al cabo de un instante se vió ante la puerta del dormitorio de Georges, que daba vueltas por la habitación . Laura pusó la mano en el picaporte y vió que no estaba cerrada, con un suave impulso la puerta cedió y se vió corriendo a los brazos de su marido que la acogió en ellos fuertemente, al tiempo que besaba sus cabellos repitiendo una y otra vez:: perdóname, perdóname.
Laura le miró fijamente. Sus azules ojos estaban brillantes y a punto de que las lágrimas salieran. Ella acarició sus mejillas y enjugó el llanto que su marido vertía. Le besó en los labios. No hablaron, no se dijeron nada, solamente se miraban y entonces empezaron a sonreir mutuamente. La pesadilla empezaba a desvanecerse
-Te prometo que no volverá a ocurrir, nunca más. Tu eres lo que más me importa y por tí no hay cosa que yo no hiciera. Dejaré mi trabajo, dejare la política y empezaremos de cero, si quieres en otro lugar. En algún sitio que no nos recuerde los malos momentos.
-Ya, basta. Esta noche no es tiempo de hacer proyecciones de futuro, eso será mañana más calmados, más serenos. Pero ahora vivamos la noche y no pensemos en nada más. Hagamos que la mala experiencia sufrida ha sido un mal sueño y retomemos la vida en donde se paró: en el viaje que íbamos hacer por Semana Santa.Partamos de ahí, empecemos de nuevo
- De acuerdo. Haremos un viaje a donde tu quieras, un lugar solitario lejos del mundo y de todos. Solos los tres y entonces proyectaremos nuestra futura vida. Mañana mismo lo organizaré
-Pero tienes un cargo oficial que no puedes dejar de un día para otro. No puede ser; hay que pensar las cosas con detenimiento. Da igual un par de días más.
-Presentaré mi dimisión y me dedicaré a vivir la vida junto a mi familia. Me dedicaré a ser un terrateniente más
-No. Te arrepentirías al cabo de un tiempo y sería peor. Sigue como hasta ahora, haciendo nuestra vida , queriéndonos. Asistiendo a los actos que debemos asistir y cuidando de nuestro hijo. Dentro de algún tiempo me quedaré embarazada de un nuevo bebe y cuando esté más adelantada que se note el volumen de mi vientre, pero no tanto que corra riesgo, volaremos hasta Japón y pasearemos delante de alguien que puso en peligro nuestra vida en común. La venganza es un plato que se sirve frio.
Los dos rieron ante la broma , y abrazados acudieron al lado de su hijo que había interrumpido su tranquilo sueño, despertándose sin duda por las carcajadas de sus padres.
El amanecer les sorprendió despiertos y Laura recordaba cómo empezó todo: con una bebida de chocolate que Georges limpió de sus labios con sus manos.Volvió a vivir aquellos instantes, su primer beso. ¡ Cuántas cosas habían pasado desde que llegara, cómo había cambiado su vida!. Se rebulló feliz entre las sábanas sonriendo ante los recuerdos y posando su brazo sobre el pecho de su marido , feliz le dijo
-No tenía ni idea de que el chocolate fuese el que organizara nuestra vida.
- ¿ Qué dices? no te entiendo ¿ qué tiene que ver el chocolate? ¿En qué piensas?
Ella sonrió y dijo
-Pienso en todas las consecuencias que nos ha traido un sorbo de chocolate...
F I N A L
Comentarios
Publicar un comentario