¿ Qué le ocurre a nuestra amiga ?

 


A todos intrigaba. A todos preocupaba. ¡ Había luchado tanto por seguir el ritmo de la vida! y de repente se rindió. Tenía la sensación de que toda su vida había sido una sucesión de cosas que no deseaba. Que su libertad como persona había sido cortada y estaba siempre al albur de que los demás ordenaran su forma de vida que, para nada era la que ella quería.

Tenía días en que todo lo tomaba a broma, recuperando el buen humor y la energía que siempre había tenido. Pero también, a veces, había otras en que se sentaba a esperar el final tranquilamente, como algo lógico que tarde o temprano a todos nos llega. Y a ella le habían ocurrido pérdidas muy importantes a las que echaba de menos.

Otras vidas nuevas habían llegado y en ellas centró su amor incondicional y su empeño en ser mejor cada día para ellos. Pero esas nuevas esperanzas crecieron y poco a poco, como ley natural, fueron formando su propia existencia y, nuevamente el abatimiento tomó carta de naturaleza en ella. Se sentía inútil, que a nadie importaba, aunque no fuese cierto. Pero ella así lo sentía. Y lentamente, comenzó a hacer recuento de lo que había sido su vida. Con mucho amor a su alrededor, pero también con muchas amarguras por sus pérdidas. Ya no estaban quienes siempre la protegieron, aquellos con quienes se sentía segura.

Al contrario, tenía personas en su entorno que la necesitaban mucho y no podía fallarles. Y no les falló, pero dejando girones de su propia vida en ello. Espació la salida con amigas  e hizo más habituales sus visitas a los lugares de culto para ella, en donde estaban sus más allegados. Las Navidades se convirtieron en un infierno.   Lo que para todos constituía alegría, para ella eran recuerdos y llanto. Y dejaron de gustarle esas fiestas que más la gustaban desde que fuera una niña.

Y se refugió en su casa. Dejó de acudir al cine, incluso a veces de ver la televisión. Leía a ratos. La música la emocionaba hasta el llanto y, la noche de esos arrebatos, era seguro que en la cama seguiría llorando y echando de menos a aquellos que siempre estuvieron a su lado. Durante los primeros días de soledad, le daba miedo, no solo salir a la calle, sino la gente que no reparaba siquiera en ella.

¿Qué la estaba pasando? Había sido una persona emprendedora y, sin embargo ahora, no sólo sentía pereza por hacer algo que la distrajera, sino que cansada lo dejaba a un lado. Dejó de interesarla el cine, pasión que sintió desde niña. Ahora no la interesaba. Junto a un grupo de amigas, se inscribió en una academia de baile. Ese había sido su pasión frustrada. En la tarima de la escuela, se sintió libre por primera vez en mucho tiempo. El marcar los pasos, no sólo no era dificultoso para ella, sino que, de repente, lo aprendido hacia años, se volvió presente en su memoria de nuevo.

Las obligaciones domésticas de sus amigas, al cabo del tiempo se impusieron y, poco a poco lo fueron abandonando. Ella también lo hizo; no era lo mismo. El desinterés se hizo de nuevo presente y también lo dejó a un lado. Era la única cosa que le hizo salir de casa y, sin embargo nuevamente buscó su refugio a solas.

No se sabe en qué momento compro un diario y, la soledad que interiormente sentía, la fue plasmando en sus hojas cada día. Unas veces eran intrascendentes cosas ocurridas en un determinado momento. Pero otras terminaba de escribir llorando, porque los recuerdos escritos eran más fuertes que ella, que volvía a vivirlos una y otra vez.

Se acostumbró a vivir a sí dejando pasar lentamente su tiempo . Y sin embargo, no se sabe cómo, ni cuando, ni porqué, ni de qué forma, algo en su interior volvía a cobrar vida.  No podía ser. No era posible. No era justo. Y sin embargo la sangre volvió a correr caliente, vibrante, de nuevo por sus venas.

No se conocían, sólo por mensajería, pero obró ese milagro. No era posible. Ella no creía en eso, en los milagros y menos el que estaba viviendo. Había pasado mucho tiempo. Había perdido el tren de la poca juventud e ilusión que le quedaba. Palabras, sólo palabras. El volver a sentir que importas a alguien no sabía cómo, ni porqué. Cómo fue su contacto. Porque lo que tenía claro era que ni siquiera lo esperaba y había sido esa persona quién se dirigió a ella en primer lugar. Buscando ¿qué? Nada nuevo tenía que ofrecer ni tampoco, por mucho que tratara de averiguarlo, encontraba el significado de aquello.

Ni siquiera se lo planteó. Pensaba que en cuestión de pocos días sería una de tantas correspondencias de las que tanto se hablaban en las redes sociales. ¿Empezó como una broma? Así lo interpretó ella, no prestando mucho caso a las misivas que recibía a diario y a lo largo del día. No se conocían, al menos él, porque ella comenzó a tomar interés y a buscar el cómo y el porqué de su petición de amistad.. No era posible. Él conocido, ella no, en absoluto, aunque por algunos relatos publicados en un blog tenía sus seguidoras. Mujeres románticas, como lo fuera ella en otros tiempos, reflejando en sus escritos sus romances imaginados, algunos con anécdotas de su propia vida.

—Eso no existe, nada más que en la imaginación de algún autor—se decía convencida de ello. Pero en esta ocasión inexplicablemente, era verdad. Le hablaban de que era bonita , ocurrente y que le satisfacía esa comunicación con ella. Y poco a poco, la llama trémula volvió a prender quedamente en su interior.

Dejaba claramente expuesto que aquello parecido a una amistad, sería pasajero, porque tenía otras obligaciones para con su familia. Obligaciones que ella misma se había impuesto, pero al menos, de esta forma, se sentiría útil.

Han pasado los días y él ha hablado claramente de lo que estaba ocurriendo tras un fuerte berrinche por un mal entendido del que ella ni siquiera sabía. Desde la distancia pensaba que estaría un poco harto de esa situación, y, aunque no lo dijera, se trataba de una despedida.

Como tantas veces, ella lo comprendió y se resignó a algo que ni siquiera se le había pasado por la cabeza. No podía ser verdad. No iba con ella. Sería un pasatiempo para los ratos ociosos que tuviera que, sin lugar a dudas, lo que buscaba era divertirse a su costa. En el fondo estaba decidida a cortar de raíz  ese descalabro, pero al mismo tiempo la palabra fin se resistía a salir de su boca. 

Pero a cuenta de esa discusión tratando y negando que no fue su culpa, llegaron ambos a lo que desde el principio tendría su final: una relación ¿amorosa? Se deducía por las hermosas palabras que la dedicaba, pero era todo tan absurdo, tan extraño, que dudaba que fuera real, a pesar de que sonaran como coro de ángeles.

El futuro es incierto; Tienen muchas cosas en contra, aunque él, con entusiasmo no lo ve, pero ella sí. Y al mismo tiempo se dice ¿por qué no? Nadie  sabe el fin de todo esto. Ella percibe que él es sincero y hasta tiene más vitalidad frasísitica con ella. Pero... Nada es seguro en esta vida. No quiere hacerse ilusiones, porque existe entre ellos un muro difícil de saltar, por no decir que imposible. Pero también piensa, que tiene derecho a ser feliz. A recobrar su vida desde donde la dejó hacia tantos años. Que quería agotar el tiempo que le quedara con esa persona tan dulce y entrañable que la decía cosas bonitas recordándola otros tiempos.

¿Qué ocurrirá al final? No quiere pensarlo, a pesar de que está preparada para el fin. Tantos finales malos ha tenido, que no le pilla de sorpresa, porque además sería lo lógico. Él insiste en que la necesita, pero lo coge todo con alfileres. Tiene hecho el corazón mil girones a lo largo de la vida como para que se siga resquebrajando. No lo soportaría, pero al mismo tiempo desea seguir adelante, hasta averiguar en qué termina todo.

¿Está loca, o cansada de sufrir en soledad? ¿ Será un nuevo fracaso, o quizás haya encontrado a otra vida gemela que la comprende y por qué no decirlo, que la ama? Porque es digna de amor. Lo encontró y fue feliz, hasta que llegó la vida y de un tremendo zarpazo se lo arrebató.

Mantiene una lucha constante consigo misma. Son muchas las barreras que tienen ¿Tendrán fuerzas para saltarlas? ¿Lo sabremos algún día?  Sólo el tiempo tiene la respuesta.




#1996rosafermu

Madrid, junio  2 de 2022

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Comentarios

  1. Es fácil imaginar una historia, máxime si es bonita y dulce. Pero también los desengaños son mas amargos. Tiene un largo camino por andar. Viven muy distantes y pertenecen a mundos dispares.Pero quién sabe lo que ocurrirá. Sólo el tiempo nos dará la respuesta. Ojalá encuentren el medio para satisfacer a todos, sobre todo a ella que tiene un amargo camino por andar #rosaf9494

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