LOS O´CONNOR - Capítulo 5º - BROMAS, INOCENCIA PERDIDA, VUELTA A CASA (1996celta)



Lentamente la época de vacaciones llegaba a su término. La relación de Iris y Brendan, solamente había mejorado de parte de la muchacha, que se había enamorado de él, pero seguía sin contar con las simpatías del chico.

- Brendan ¿ por qué no llevas alguna vez al cine a Iris?
- Louise, por favor. No me hagas esa faena
- ¿ Qué te pasa con ella, por qué no te es simpática?
- No lo sé. Es muy tímida. Cuando estamos con la pandilla, apenas habla. Sólo sabe sonreir
- Pero es bonita y muy buena chica
- Pero no me gusta, lo siento
- Está bien. No importa. En definitiva volverá a España no tardando mucho. Yo la echaré de menos... Está bien, está bien
- ¿ Puedo irme ya ?- refunfuñó Brendan a su madrastra

Sin embargo en la pandilla, Iris,  había caído muy bien, precisamente porque siempre sonreía.  Entre los chicos era admirada por su bonita cara, y alguno de ellos, especialmente se sentía atraído por su dulzura e inocencia. De entre las chicas, con quién más afinidad tenía era con Maureen y a la que hacía sus confidencias.  A ella,  confió su irresistible atracción por Brendan, pero también el despego que por ella sentía su medio pariente.

- Me da mucha pena tenerme que ir, aunque tengo ganas de ver al padrino. Pero el no volver a ver a Brendan me entristece mucho.  Dime Maureen ¿ sabes por qué no le caigo bien?


-No tengo ni idea, Iris. Es algo que yo tampoco me explico. Será cuestión de empatía, y sin duda él no la tiene contigo.


Maureen

En la soledad de su habitación, tumbado en la cama, Brendan se analizaba a si mismo y no encontraba lógica  la antipatía que Iris le inspiraba, pero eludía su presencia siempre que podía.  Se había apostado con sus amigos en que la conquistaría antes de regresar a su país.  En un principio esa apuesta le disgustaba, pero los chicos se burlaban de él, espoleándole de que no sería capaz.

- Está loquita por ti, será pan comido- le decían una y otra vez
- No quiero, dejadme en paz. Es una protegida de mi tío y está bajo la tutela de mi padre. Además vive en mi casa y no estaría bien.  No, no lo haré

Pero tanto insistieron, que al final su vanidad pudo más y decidió hacerles caso.  A pesar de sus reticencias, programo una excursión con Iris bajo la excusa de que faltaban días para que regresara y aún no había conocido el lugar más mágico de toda Irlanda.

- Ya verás.  Nunca podrás ver una lugar como ese. Lo pasaremos divinamente- la decía para convencerla


- Dime Brendan ¿ por qué ahora ese repentino empeño en que lo conozca?  Durante todo este tiempo no me has hecho ni caso, y al contrario huías de mi como de la peste
- No lo sé. Quizá me da pena te tengas que ir, ó me he dado cuenta de que he sido un estúpido. No lo sé.  Pero de lo que si estoy seguro, es de que no te vayas de Irlanda con ese resquemor. Yo te aprecio... ¡ eres tan silenciosa !...
- Ya... Estoy de acuerdo, pero es una lástima el tiempo que has perdido. ¿ Sabes? Puedo ser silenciosa, pero no soy tonta, y me doy perfecta cuenta de que no te caigo bien. Quizá lo hagas obligado `por tus padres
- De eso nada. Rectificar es de sabios ¿ no? Yo me he dado cuenta de que eres muy agradable.  Referente al tiempo perdido... ya no hay arreglo.  Entonces ¿ qué pasa, nos hacemos la excursión?
- De acuerdo.  Me hace mucha ilusión
- Bien, le diré a papá que mañana no comemos aquí. Te llevaré a varios lugares de nuestro linaje celta y también a mi rincón preferido:   el mágico.



  Algo en su interior empezó a "moverse". Ya no le resultaba tan insoportable aquella mojigata, tímida,  que siempre sonreía y que se había ganado el afecto de su familia, pero  no,  el suyo  ¿ por qué, por qué no bromeaba con ella como lo hacía Thomas o el mismo Clive, su amigo del alma?.

 Al día siguiente, muy temprano, emprendieron viaje de su excursión.  Aparentemente Brendan iba contento, como en realidad así era.  Iris, aunque feliz, también recelosa. No se fiaba de la repentina simpatía que Brendan aparentaba sentir por ella. Al cabo de un rato, hicieron su primera parada y allí pudo contemplar uno de los maravillosos paisajes de la costa irlandesa. Después de sacar fotografías, el humor entre los chicos había mejorado notablemente.  Ella había bajado la guardia y Brendan se mostraba distendido y amable, explicándola  la historia del lugar.  Emprendieron de nuevo la marcha hacia el lugar preferido de él.  No tardaron mucho en llegar.

Iris se mostraba extasiada ante aquel lugar, que verdaderamente era mágico.

- Parece que de un momento a otro aparecerá algún druida, o alguna criatura del bosque- decía Iris

 Brendan la miraba y para sus adentros se decía " en verdad que es preciosa ¿ por qué demonios la tengo manía?

De repente la atmósfera entre ellos cambió. Quizá fuese el lugar, la atracción que sin duda sentían, o el amor recién descubierto por Iris, lo que hizo que Brendan se acercara a ella y la mirase fijamente a los oscuros ojos.  Sus manos se deslizaban suavemente por sus mejillas y recorría las facciones de la muchacha fijándose en cada rasgo,  con dulzura.  Sin a penas darse cuenta, unió sus labios a los de ella, que entornando los ojos los recibió sin decir nada.

Los brazos de Brendan rodearon su cuerpo, haciendo su beso más profundo y más intenso su abrazo.  La estrechaba contra él, y lentamente sus manos comenzaron a  acariciar aquel cuerpo joven , casi infantil.  Iris sintió una voz interior que la avisaba de que aumentaba la intensidad de Brendan y que la naturaleza de sus caricias se habían vuelto más bruscas, más posesivas y descendían rápidamente por sus piernas, hasta tumbarla en el suelo.




- No, Brendan, no. Por favor, suéltame. No, no. No lo hagas- le pedía alarmada y frenética

Pero ya era demasiado tarde.  El sujetaba fuertemente el cuerpo de la chica .  De nada sirvieron los ruegos de ella, ni sus lágrimas, ni su desesperación.  Cuando quiso recobrarse, ya era demasiado tarde...  había ganado la apuesta.  La veía encogida sobre si misma, llorando desesperada, pero no se movió ni un ápice de conmiseración hacia ella.  Estaba en estado de shock por lo que acababa de hacer.  Había roto la inocencia de aquella muchacha que ningún daño le había hecho.  Y de golpe a su cabeza acudieron escenas de lo que viviría en su casa cuando su familia se enterara.

- Vamos, tenemos que irnos- la dijo secamente

Ella se levantó sin decir nada.  No cesaban sus llantos y su cabeza funcionaba a velocidad de vértigo

- No tienes porqué preocuparte.  No diré nada..., pero eres un canalla. No tenías derecho hacerme lo que me has hecho.   ¿ Por qué ?
- No lo sé.  Te juro que no lo sé.  Se hace tarde, vámonos.
- ¿ Tienes algo con lo que pueda limpiarme un poco?  Voy muy sucia
- Espera, algo tendré en el coche- . Una toalla vieja y sucia y una botella de agua, solucionaron de momento las manchas externas en las piernas de Iris.

Llegaron silenciosos y cabizbajos a casa.  No se encontraron a nadie  a su llegada, lo que les permitió refugiarse cada uno de ellos en sus habitaciones.

Iris no bajó esa noche a cenar

- No me encuentro bien, Louise. Me duele mucho la cabeza, perdóname.  Deseo regresar ya a casa
- ¿ Quieres marcharte?
- Estoy muy bien, y habéis sido increíbles conmigo, pero echo de menos a Philip, y además he de prepararme para el nuevo curso. Ya quedan pocos días para que comience.  Se lo diré a Sean, si os parece bien

Y habló con Sean.  Y ocultó la verdadera razón de su repentina marcha, pero quiso fuera inminente.  A los tres días de lo ocurrido, Iris partía rumbo a España.  Regresaba con el corazón roto. En esos días no había vuelto a ver a Brendan, y su cabeza había madurado a marchas forzadas. Volvía siendo una jovencita más reflexiva. Atrás habían quedado sus ilusiones de adolescente y la pérdida de su primer amor. 

- No diré nada a Philip, nadie ese enterará, podrían pensar que yo le he provocado. ¡Madre mía ! ¿ por qué me agredió de esa forma ? Ni siquiera me ha pedido perdón. Yo te quería Brendan, yo te quería.

La última noche que pasó en aquella casa, apenas pudo dormir y fue una de las más amargas que había vivido.

Mientras se alejaba en el coche, volvió la vista atrás para ver por última vez aquella mansión, y dirigió su mirada hacia la ventana de la habitación de Brendan, y pudo verle por última vez,  que tras los cristales observaba su partida.



A Barajas acudió Philip a recibirla. Llegaba su niña después de una larga temporada sin verla. La había echado mucho de menos.  Ella era la razón de su existir, era como una hija para él y como tal la había cuidado y querido desde que los padres la dejaran huérfana

- ¡ Hola mi niña !  Déjame verte. Cielo santo, qué bonita estás
- Padrino, padrino - Iris no podía ocultar su angustia y se refugió llorando entre los brazos de Philip, que no sospechaba lo que tanto perturbaba a su pupila.
- Te noto distinta ...  más adulta.  No sé... has cambiado.  Tienes que contarme muchas cosas. Mi hermano ¿ está bien, es feliz con Louise?  El coche lo tengo ahí mismo.  Mientras llegamos a casa, cuéntame ¿ cómo te ha ido? ¿ Qué te han parecido mis sobrinos Thomas y Brendan ?
- Bien padrino. Todos han sido muy amables conmigo. Me han hecho la estancia muy placentera




Y así poco a poco, fue contando anécdotas de lo vivido, omitiendo el suceso con Brendan.

Mientras tanto, en Irlanda, Brendan se había vuelto más huraño.  No salía con la misma frecuencia y había puesto distancia con sus amigos, culpándoles de lo ocurrido con Iris.  Algo había cambiado en su interior. Contemplaba las fotografías que habían sacado el día aciago de su excursión y,  contemplaba con añoranza la juvenil cara de la muchacha que le sonreía en la foto.

- Iris, Iris ¿ por qué lo hice ?



 

Comentarios

Entradas populares