MI ENCUENTRO CON PIERCE BOND
La
mayoría de las personas no están en el sitio indicado , el día indicado, a la hora indicada,, es decir coincidir en el rodaje de una película y conocer de cerca a tu estrella preferida a la
que sigues por tiempo y tiempo. Pero tuve la inmensa suerte de que el pasado
día 18, de este mismo mes, conocí al mejor Bond de todos los tiempos: Pierce
Brosnan.
Unos
amigos me comunicaron que en la misma calle donde trabajo estaban situando la
localización de A long way down. Con la
emoción a flor de piel, pensé que sería una ocasión difícilmente repetible en
mi vida y encaminé mis pasos al lugar de la filmación que estaba acotado. Un poco más lejos de donde me encontraba
localicé una cafetería en la que a su puerta ajenos a paparazzi y curiosos,, dialogaban dos personas sobre algún problema
que una de ellas tenía con el móvil. Le reconocí inmediatamente, era
Pierce Brosnan. Me pensé que la persona
que le acompañaba era algún director, supervisor, o del equipo de la filmación.
Pierce Brosnan y Sam Neill |
No me lo pensé dos veces: era la única
oportunidad que tendría en mi vida de ver de cerca a mi ídolo. Armándome de
valor entré en el establecimiento La
cafetería estaba ocupada por personas que supuse eran de la localización de la
película por el ir y venir de sus tareas. No tuve problemas pues nadie advirtió
mi presencia o a lo mejor pensaron que yo era un extra de la filmación. Pierce y
su acompañante decidieron entrar en la cafetería dónde yo me encontraba.
El corazón me saltaba dentro del pecho y las piernas me temblaban.
Ellos totalmente ajenos a trabajadores y algún que otro curioso que allí
estaban, seguían conversando a cuenta del teléfono móvil que sostenía en sus manos. Busqué un lugar para situarme cerca de Pierce;
estaba decidido a sacar una foto que recordaría toda mi vida. No podía
renunciar a ello o me arrepentiría siempre y cada vez que le viera actuar. No
tenía otra opción, sopena de seguir trabajando en mi blog con las fotos que
pudiera conseguir
Mientras
todo esto lo debatía en mi cabeza, enfrente de mi y rodeado de al menos ocho
personas destacaba una figura alta que
me miraba directamente.
Pierce en el interior de la cafetería |
Se vestía con un abrigo largo de color negro y se
abrigaba la garganta con un pañuelo azul. Atractivo como siempre, destacaban
sus ojos azules, increíbles.. Estaba pidiendo un rafé Tuve que hacer esfuerzos
por no acercarme a él, abrazarle y agradecerle las emociones sentidas en sus
películas de Bond, especialmente para mi en “Die another day”. Con infinita timidez me decidí ( aún no sé
cómo) y le saludé diciendo “hola”, que apenas salía de mi garganta. Él me respondió de igual forma y me tendió la
mano, y me sonrió . En su rostro estaba la indecisión de no saber muy bien a
que tipo de persona había saludado: a alguien del cine, a un script, , supervisor,
etc.
En mi
interior pensaba “ sólo quiero decir hola, pero “,. . . si, ¿ por qué no conseguir algo más? Y con
la mayor naturalidad del mundo me puse a charlar con él diciéndole que era un
gran seguidor de sus trabajos. De pasada
cité a Bond, ya que conocía su conflictiva salida de la saga, no muy agradable para él. Opté por relatar
algo sobre Grey Owl, la película que me había impactado por el medio ambiente.
Interiormente pensaba “ ahora le dejaré en paz, pero no fue así
Miró a lo lejos nostálgicamente elogiando la película. Quizás
pensaba “ caray si que está resultando largo este café”. Me volvió a mirar, y fue en ese instante
cuando perdí mi timidez y le dije “ perdón, es que soy un ferviente admirador de
Vd.”. Pierce no salió huyendo, al contrario me miró
con simpatía y entonces comencé la charla sobre la película que estaban rodando
y que no tenía ni idea de su argumento.
Le hablé del libro en que está basada y le comenté que había leído en
una rueda de prensa el pasaje de la
película en que una mujer se suicida.
Extrañado Pierce dijo ¿ cómo ¿
y a continuación desgranó uno por uno todos los integrantes del reparto
“ Tenemos a Sam Neill, Imogen Poots, Toni Collette “ . . . Entonces fue cuando reconocí a Sam Neill, el
hombre de bigote y teléfono móvil en mano.
Le situé en Parque Jurásico
inmediatamente. Si hubiera estado
más tranquilo hubiera saludado también a Sam, pero mi objetivo era sellar el
encuentro con una fotografía, , constancia de mi presencia junto a James Bond
que enseñaría orgullosamente a mis nietos cuando los tuviera.
Fue grande mi atrevimiento cuando le dije ¿ tiene tiempo para
una fotografía rápida? Pierce no
respondió pero no se negó. Debió darse cuenta de que los ojos me brillaban y
mis mejillas se habían enrojecido, pero
no retrocedí; Había llegado lejos para conseguirlo
“ Ve pues” , me dijo él con poco entusiasmo, acostumbrado
seguramente a sufrir esta especie de “acoso” cada vez que alguien descubre que
está cerca.
Traté de sacar una foto de los dos, juntos, con mi teléfono
móvil la tarea era complicada: no debía
ser una foto para la prensa y además mis manos temblaban exageradamente por los
nervios, mientras con toda la paciencia del mundo Brosnan me observaba. “ Buena suerte” me dijo, pero la foto no
salió. Yo pensaba” ahora todo ha terminado, está harto de mi”
Tenía que volver a arriesgarme.
Pensaba : se va a enfadar y me va
a decir nooo”. Le expliqué que no había
funcionado y no lo había conseguido. Le supliqué una nueva oportunidad y vi en
su mirada que su paciencia se estaba agotando,, que sólo quería tomarse el café junto a su
amigo, pero…. De nuevo estuvo de acuerdo
cuando le expliqué que solicitaría la colaboración de alguien del equipo, y de
nuevo acepto sin reclamar nada. Por fín
lo conseguí Pierce y yo para la posteridad
“ Tengo que irme “, me dijo
“ Muchas gracias por todo. Le
agradezco su tiempo y amabilidad”
Me dio una palmadita
en la parte superior del brazo y se alejó murmurando algo, que yo interpreté como un “ de nada “. Misión cumplida: tenía mi foto y había
conocido al mejor Bond de todos los tiempos.
Traducción libre de :
THE INCREDIBLE SUIT
(BlogerlongaBond)
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