Del amor y otras historias - Feliz aniversario

 Fue un día, tal que hoy, de hace muchos años. Era una mañana fría de Enero, de los de antes, y en que posiblemente la nieve cubriera sus calles, y seguro la helada. Dos jovencísimos de veintitrés años, ambos, unirían sus vidas en la iglesia de ¿ San Andrés? Como acompañamiento la familia de ambos.

Allí unieron sus vidas para siempre: mis padres. Fue el primer amor de mi padre, y el segundo de mi madre. Ambos nerviosos, porque entonces no era como los de esta época: se habían visto, siempre en presencia de otro adulto y el darse siquiera un beso, era prohibición absoluta. Pero llegaron a las bodas de oro sin separarse nunca. Tuvieron dos hijos y miles de dificultades.  

Eran años difíciles, de carestía y de implicaciones políticas. Pero mi padre era emprendedor y hasta de las dificultades resurgía como Ave Fénix. Sobrevino la guerra civil y todo cuanto había conseguido con mucho esfuerzo, quedó sepultado durante un bombardeo. Tuvieron que comenzar de nuevo, partir de cero. Y lo hicieron y resurgieron. Pero la post guerra era tan difícil como la misma contienda y ambos querían un horizonte mejor para su familia e invirtiendo lo poco que tenían consiguieron pasajes para Argentina. Siempre agradecieron la generosidad de ese pais que les acogió y en el cual resurgieron de nuevo y fueron felices, y estuvieron más unidos que nunca y allí crecieron sus hijos enseñándoles a amar aquella tierra generosa que les dio amparo cuando más lo necesitaban. Pero... la nostalgia del pais y la familia que quedó en España, les hizo retornar .

Nuevamente partían de cero, pero ahora habían conseguido ahorrar un poco de dinero para aguantar el regreso.  Se encontraron con una España triste, pobre, y con pocas oportunidades, o ninguna. Todavía coleaban los años de restricciones. No había trabajo y poca comida.  Pero de nuevo, el ingenio y la necesidad de mis padres, plenos de creatividad, consiguieron sacar adelante a su familia, una vez más.

Y aquel joven inteligente y emprendedor de veintitrés años, seguía enamorado de su infatigable compañera de toda la vida. Y fue un día como el de hoy, en que recuerdo la escena, y cuando le quedaban apenas tres días de vida, dedicó sus últimas palabras pronunciadas a mi madre, que le felicitaba por su aniversario de bodas. Él la miró con una ternura inmensa y dijo: " Guapa ".

Ya no volvió a hablar más. Se me quedó ¡ tan grabado ! ese amor incondicional que ambos sentían, que me ha servido como ejemplo para mi propia vida. Ahora ya están los dos reunidos como lo estuvieron en vida. Fueron ejemplo para mi hermano y para mí de lo que debe ser la unión de una pareja, no sólo para los buenos momentos, sino también, y especialmente, en los malos.  Ellos los tuvieron y muchos, debido a las especiales circunstancias de la época, pero siempre dijo: " donde vaya uno, iremos los cuatro". Y  fuimos.

Y hoy, en esta difícil época que atravesamos les recuerdo con más vehemencia. He inculcado a mis hijas ese ejemplo de unión con la familia, pilar indestructible de la sociedad, de la que partimos y a la que volvemos siempre, porque ella nunca falla.

Feliz aniversario, papá, mamá. Fuisteis mi ejemplo a seguir, y lo transmití a mi propia familia. El tiempo dirá, si lo he conseguido. Me hubiera gustado depositar unas rosas en vuestra sepultura en el día de hoy, pero no puedo debido a las especiales circunstancias que vivimos, en que ni siquiera podemos visitar a nuestros difuntos sin una cita previa. Pero lo hago en casa recordándoos en un día como el de hoy. Os quiero.



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